Elecciones en Francia
La derecha francesa se escinde
El principal partido de la oposición, Los Republicanos (LR) no han resistido a los cantos de sirena de Macron. Un grupo de diputados del centro derecha francés que se han autodenominado «constructivos» han decidido volar por sí solos, pero sin abandonar el nido del partido, con el fin de apoyar las políticas del presidente de la República. Thierry Solère, diputado de Los Republicanos y antiguo portavoz de François Fillon durante la campaña presidencial, lidera el nuevo grupo y ayer fue el encargado de confirmar la escisión. «Hemos escuchado lo que dicen los franceses sobre el terreno», comentó. «Esperan que hagamos política de otra forma, y que cuando un grupo no es mayoritario quieren que no nos opongamos todo el tiempo».
Son un cuarto de los diputados elegidos bajo la etiqueta de Los Republicanos en las pasadas elecciones. En torno a una treintena de un total de 112, pero a los que se han sumado los 18 de la Unión de Demócratas e Independientes (UDI), que presentaron candidaturas conjuntas con los conservadores. Los diputados de LR, UDI y otros independientes «compartirán en la Asamblea Nacional la voluntad de hacer valer el interés general, de mantener nuevas prácticas políticas por delante de toda consideración partisana», prometió Thierry. El martes anunciarán la composición completa del nuevo grupo parlamentario que, de momento, se llama Los Republicanos Constructivos-UDI e Independientes. Jean-Christophe Lagarde, líder de la UDI, justificó esta decisión de sumarse al nuevo grupo para poner fin a «esta oposición sistemática, a la Pavlov, a todo lo que propone un Gobierno, incluso cuando el primer ministro procede de sus filas».
Los Republicanos «macroncompatibles» se llaman a sí mismos «constructivos», pero sus antiguos compañeros les definen directamente como «oportunistas sin convicción», como comentó ayer el diputado Eric Ciotti, que aspira a recuperar un gran movimiento de la derecha popular. Christian Jacob fue reelegido ayer presidente del grupo. Quiere basar su estrategia en un grupo «reducido, pero vivo» que realice una oposición «eficaz». Los «constructivos» llevan meses preparando el golpe. Durante el invierno se reunían en el Bellota-Bellota, a mitad de camino entre la Torre Eiffel y los Campos Elíseos. Bien inspirados por el jamón y el vino españoles, el grupito de amigos soñaba con una derecha más abierta. «Macron detectó enseguida nuestro pequeño grupo. Nos reuníamos con él en el bar de la Asamblea [cuando Macron era ministro de Economía]. Después nos hemos visto regularmente en su casa», comentaba recientemente uno de ellos en el «Journal du Dimanche».
El caso es que todos ellos han sido elegidos gracias a los favores de Macron, que no ha investido a ningún candidato de La República en Marcha en sus respectivas circunscripciones. Sin contar con que ha elegido a un miembro de la banda, Edouard Philippe, como primer ministro. Por tanto, la decisión que tomaron ayer de separarse de LR para formar un grupo parlamentario independiente que apoye las políticas del presidente era la consecuencia evidente.
El hecho también refleja la encrucijada en la que se encuentra el principal partido de la oposición, cuyo secretario general, Bernard Accoyer, anunció ayer la convocatoria de un congreso extraordinario para que los militantes puedan elegir a un nuevo líder. El buró político de Los Republicanos pondrá fecha a dicho congreso en su reunión del 11 de julio. Accoyer pidió a los diputados díscolos que permanezcan bajo la disciplina del grupo parlamentario.
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