Guerras y conflictos

El ataque contra la embajada rusa en Siria agita el fantasma del «terror caucásico»

Soldados sirios repelen un ataque en Achan, Hama
Soldados sirios repelen un ataque en Achan, Hamalarazon

Rusia se ha convertido en blanco de ataque de los insurgentes sirios por su campaña de bombardeos en el país árabe. Ayer dos cohetes impactaron en las inmediaciones de la legación diplomática rusa, cuando cientos de partidarios del presidente Bashar al Asad se manifestaban en apoyo a la ayuda militar de Moscú. El primer proyectil impactó contra la Embajada, en el centro de Damasco. Cuando los congregados comenzaron a huir, otra bomba sacudió la zona. Según la Media Luna Roja, nadie resultó herido.

«Esto es obviamente es un acto terrorista que, probablemente, pretende asustar a los partidarios de la guerra contra el terrorismo y no dejarlos prevalecer en la lucha con el extremismo», condenó el ministro de Exteriores ruso, Sergey Lavrov, tras el ataque. Los rebeldes sirios han prometido luchar contra las fuerzas rusas después de que comenzase la campaña aérea rusa hace dos semanas. El Frente Al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria, ha llamado a los yihadistas del Cáucaso a atacar a civiles o militares rusos como venganza. «Si ellos matan a gente en Siria, entonces matad a su gente», dijo Abu Mohamed al-Jolani, líder Al Nusra, en un mensaje de audio. Rusia sigue insistiendo en que los ataques aéreos tienen como objetivo posiciones del Estado Islámico, pero los bombardeos se han centrado en las provincias de Idlib y Hama y en el feudo alauí de Latakia, donde la presencia yihadistas es muy limitada.

Precisamente ayer, el EI confirmó la muerte de su «número dos», Abu Moatasem al Quraishi, también conocido como Fadhil Ahmad al Hayali, por un bombardeo estadounidense en Irak a mediados de agosto.