Egipto

La estampida de turistas colapsa el aeropuerto de Sharm el Sheij

Sólo 8 de los 29 vuelos previstos despegaron hacia Reino Unido

La Razón
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Una hilera de autobuses abarrotados de turistas británicos y rusos serpenteaba a lo largo de un kilómetro desde el aeropuerto de Sharm el Sheij. La determinación de Reino Unido de evacuar a los 20.000 compatriotas que se calcula que se encontraban pasando sus vacaciones en la ciudad balneario del Mar Rojo, provocó aglomeraciones tanto fuera como dentro de la terminal en la que centenares de pasajeros esperaban a embarcar presa de una creciente confusión. De los 29 vuelos previstos, únicamente 8 pudieron partir ayer rumbo a ciudades como Londres, Birmingham o Glasgow y quienes tuvieron la fortuna de formar parte de la lista de pasajeros, evitando así prolongar la espera, tuvieron que abandonar Egipto sin su equipaje. Sólo pudieron volar con una pequeña maleta de mano. Ni sillas de ruedas ni cochecitos de bebé se salvaron de las estrictas medidas impuestas por los responsables del operativo.

La denuncia de la compañía EasyJet de que las autoridades egipcias habían suspendido el plan de evacuación, negándose supuestamente a expedir los permisos requeridos, se transformó en una fuente adicional de desconcierto, hasta que se hizo público el desmentido del Ministerio de Aviación Civil. «Lograr que miles de personas abandonen el país en un día es increíblemente difícil. Todo el mundo tiene que cumplir con los procedimientos. No hemos cancelado ningún vuelo, pero el aeropuerto no puede manejar este volumen de aviones a la vez» precisó el portavoz ministerial. Poco después el propio titular de la cartera de Aviación, Hossam Kamal, especificó que el requerimiento del Ejecutivo británico de que sus ciudadanos retornasen sin sus maletas amenazaba con exceder la capacidad de 120 toneladas de equipaje que el aeropuerto de Sharm el Sheij es capaz de almacenar en su interior.

Frustrados por el desbarajuste generalizado y las informaciones contradictorias que iban recibiendo sobre el estado de sus vuelos, decenas de pasajeros rodearon al embajador de Reino Unido, John Casson, cuando éste se personó en la abarrotada terminal para atender a los periodistas y calmar los ánimos de sus paisanos: «Lleva tiempo realizar las gestiones y asegurarse de que la gente puede marcarse de una forma que sea segura y bien organizada para que estén en su casa lo antes posible», declaró el diplomático ante la exigencia de los viajeros de información sobre las posibles desavenencias entre Londres y El Cairo respecto a los detalles del operativo.

Los focos estuvieron dirigidos ayer hacia la turística población del Sinaí, lo que no impidió que el personal encargado de los equipajes se mostrara dispuesto a aceptar sobornos de 20 libras egipcias (algo más de 2 euros) por agilizar trámites. «Personal del aeropuerto persuadiendo a turistas británicos para pagar dinero extra por un servicio rápido, sin colas», escribió Wael Hussein, el responsable de la cadena BBC en Egipto, en su cuenta de Twitter bajo una fotografía que ilustraba sus palabras. Sorprendía que esta práctica que pone en entredicho las medidas de seguridad del aeropuerto se produjese precisamente ayer, aunque varios turistas denunciaron en las redes sociales que el procedimiento es común en el país e implica el zafarse no sólo de esperas sino también de controles. Pese a los nervios y las demoras en el plan de evacuación, los turistas británicos se mostraron satisfechos con la decisión de su Gobierno y algunos optaron por disfrutar hasta el último momento de «la hospitalidad de Sharm el Sheij».