La ocupación encubierta de Putin

- ¿Está Rusia implicada en la revuelta del este de Ucrania?

–Sí. El avance de las fuerzas prorrusas está muy bien sincronizado y sigue el patrón de Crimea. Podemos estar un 90% seguros de que Rusia está implicada en las regiones rebeldes del este de Ucrania.

- ¿Puede una intervención militar desencadenar un conflicto directo entre Ucrania y Rusia?

–Mi impresión inicial es que Rusia no tiene intenciones de cruzar la frontera hacia Ucrania. El fin es provocar una situación de inestabilidad en las regiones orientales de tal magnitud para que Kiev y la Unión Europea acaben solicitando su intervención. Entonces Moscú accederá a resolver la crisis en sus propios términos.

- ¿Cuál es el margen de maniobra de Kiev?

–Es difícil de precisar porque no está claro el control del Gobierno de Kiev sobre las zonas sublevadas y el nivel de adhesión de las Fuerzas Armadas. No obstante, una de las opciones de las autoridades interinas es plantear una resistencia militar a la injerencia de Rusia. Las implicaciones serían mayúsculas y el riesgo a un baño de sangre es inquietante, pero por otra parte obligaría a Rusia a pensarse dos veces su estrategia. La invasión de Crimea fue tan popular en Moscú entre otras cosas porque se hizo sin ningún tipo de resistencia por parte de Ucrania. Fue una ocupación limpia, sin un disparo. No está tan claro que la opinión pública rusa vaya a respaldar una intervención en el este de Ucrania si supone un conflicto sangriento. En todo caso, Kiev debe cerrar las fronteras y evitar que entren más uniformados.

- ¿Qué rol pueden jugar los oligarcas ucranianos en esta escalada prebélica?

–No está claro el nivel de influencia de los oligarcas ucranianos en la zona. Probablemente puedan contribuir a una estabilización o desescalación del conflicto, pero no de un modo uniforme.

- ¿Por qué Rusia actúa de este modo? ¿Cuál es su finalidad?

–Rusia quiere el control de toda Ucrania. Ideó la subida al poder del presidente Yanukovich, pero ese esquema no le está funcionando ahora. El objetivo actual es federalizar Ucrania. Con este modelo descentralizado busca reducir el poder de Kiev sobre las regiones orientales. De este modo, podrá cerrar negocios más cómodamente, sin pasar por la supervisión de Kiev. No obstante, a largo plazo, Rusia también es consciente de que las relaciones con la zona oriental son problemáticas. En realidad, Moscú nunca ha podido ejercer su control sobre Ucrania del modo que le hubiera gustado. No obstante, el Kremlin ve la oportunidad de sentar las bases de Ucrania e imponer entre la comunidad internacional su visión. En la reunión que mantuvieron Kerry y Lavrov en Londres, Occidente consideraba que las peticiones de Rusia estaban fuera de la realidad. Quizás ahora las vean más razonables para impedir el conflicto.

*Investigadora del European Council of Foreign Relations (ECFR). Preguntas realizadas por R. Colomer