Indonesia

La odisea de los españoles para escapar de Lombok

«De repente, escuchamos ''tsunami, tsunami''. Fue horrible», recuerda Marta desde la isla

Imágenes distribuidas por la Policía Marítima de Indonesia durante la masiva evacuación de locales y turistas de la isla Gili Trawangan, ayer
Imágenes distribuidas por la Policía Marítima de Indonesia durante la masiva evacuación de locales y turistas de la isla Gili Trawangan, ayerlarazon

«De repente, escuchamos ''tsunami, tsunami''. Fue horrible», recuerda Marta desde la isla.

El paraíso indonesio de Lombok se ha convertido en una especie de infierno tras el fuerte terremoto de 6,9 grados que sacudió la isla el domingo por la noche. En este popular enclave, destino de los amantes del buceo y la aventura que visitan miles de turistas de todo el mundo, se situó el epicentro del fuerte temblor que sintieron unos 200 españoles que se encontraban disfrutando de sus vacaciones en este idílico destino.

Al catalán Jordi Valero le sorprendió el terremoto en el archipiélago de las Islas Gili, un pequeño conjunto de tres islas que se encuentra en la costa noroeste de Lombok. A las 19:46 hora local, la tierra empezó a temblar. «Fueron solo diez segundo», asegura a LA RAZÓN. Tiempo suficiente para que muchas casas quedasen reducidas a escombros y «todo hecho pedazos», describe. Se trata del segundo terremoto en la zona en medio de la temporada alta para el sector turístico.

Una situación similar vivieron Marta, de 27 años, y su novio. «Estábamos en el hotel cuando todo empezó a temblar en Senggigi, una de las zonas donde más se sintió. Parecía que el hotel se caía», indica mientras espera en el aeropuerto de Lombok –donde pasará la noche– tumbada sobre cartones con otros cientos de turistas en su misma situación. «Ya en el exterior del hotel, la gente gritaba cosas que no entendíamos y de repente escuchamos ''tsunami, tsunami''», explica minutos antes de que otra fuerte réplica vuelva a agitar isla. «Entramos todos en pánico y salimos corriendo con lo puesto». Ambos se subieron al coche de unos locales que les condujeron hacia Mataram. «Estaba todo colapsado por coches, motos, gente a pie... y las alarmas de la ciudad sonando, fue horrible». Finalmente pasaron la noche del domingo al borde de una montaña por si había otro temblor con otra familia indonesia que les ayudó durante estos momentos tan duros. «Estaremos siempre agradecidos», insiste.

Sin embargo, la pesadilla de estos españoles todavía no ha terminado. Tras sobrevivir al seísmo y posterior alerta de tsunami, que ha matado a más de 90 personas, ahora toca salir de Lombok, una verdadera odisea para los que están atrapados en la islas. En el aeropuerto de Lombok se encuentran alrededor de unas 400 personas entre mantas, mochilas y tumbadas en toallas a modo de esterillas improvisadas. «El personal del aeropuerto ha repartido agua y unas pocas mantas, sobre todo a niños, ya que hay bastantes familias», asevera Marta que lleva todo el día recorriendo los mostradores de la terminal en busca de un billete para escapar. «En un principio nos dijeron que estaba todo lleno para los próximos cinco días pero pagando hemos conseguido vuelos para antes». En su caso, mañana.

Aunque no hay españoles entre las víctimas mortales, muchos de los que se encuentran en Lombok sienten que la Embajada no les está ayudando. A través de las redes sociales critican la falta de atención e información. De hecho, los españoles con los que ha contactado este medio subrayan que la colaboración «es nula» y «solo dicen que tengamos paciencia». Tras resistir al rugido de la naturaleza, ahora necesitan paciencia para regresar a su hogar.