Política

Afganistán

La ONU y los talibanes acusan al Ejército afgano de matar a 20 personas en una boda

Varios de los heridos en el ataque durante una boda, en una ambulancia.
Varios de los heridos en el ataque durante una boda, en una ambulancia.larazon

Naciones Unidas y los talibanes acusaron hoy al Ejército afgano de matar a al menos 20 personas y herir a medio centenar, la mayoría niños y mujeres, tras el lanzamiento de un misil contra una boda en el sur de Afganistán.

Naciones Unidas y los talibanes acusaron hoy al Ejército afgano de matar a al menos 20 personas y herir a medio centenar, la mayoría niños y mujeres, tras el lanzamiento de un misil contra una boda en el sur de Afganistán, matanza que coincide con la asunción de las tareas de seguridad por parte de las fuerzas afganas.

El lanzamiento del misil se produjo a última hora de la tarde de ayer en el distrito de Sangin, en la provincia de Helmand, cuando los asistentes a la fiesta celebraban el primero de los dos días de la boda, destinado sobre todo a mujeres.

La Misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) aseguró que el Ejército afgano lanzó desde un puesto de control tres misiles y uno de ellos impactó contra una "casa civil".

"Pido a las autoridades afganas que investiguen este terrible incidente y tomen las medidas necesarias para evitar que se repitan. El lanzamiento indiscriminado de misiles en áreas con población civil está prohibida bajo la ley humanitaria internacional", sentenció un alto representante de la UNAMA, Tadamichi Yamamoto.

Un portavoz talibán, Yosuf Ahmadi, aseguró también a través de su cuenta de Twitter que "los misiles fueron lanzados por las fuerzas de seguridad y lo condenamos", y añadió más tarde en un comunicado que en el lugar se celebraba el casamiento de un hijo de un líder tribal.

"Ocho mujeres y doce niños fueron asesinados y 62 más resultaron heridos. Algunos cadáveres todavía permanecen bajo los escombros de la casa destruida", detalló Ahmadi.

Testigos presenciales corroboraron la versión de los talibanes y la ONU, según afirmó a Efe el portavoz del gobernador provincial, Omar Zwak, quien tras el envío de un equipo de investigación confirmó también que "el Ejército lanzó los misiles, aunque la causa del incidente aún no está clara".

Tanto la ONU como el portavoz del gobernador de Helmand fijaron el número de heridos en 45, y este último aclaró que las víctimas fueron trasladadas a un hospital de Lashkarga, la capital provincial, "algunas de ellas en situación crítica".

La Sociedad Civil de Helmand, una organización independiente pro derechos humanos, pidió al Gobierno a través de un comunicado "una investigación transparente"de la matanza, y aunque también culpó a las fuerzas afganas, matizó que la raíz del problema está en "la despreocupación hacia los civiles de las dos partes"en conflicto.

Un alto mando de la Policía de Helmand, Ghulam Sakhi Ghafoori, explicó a Efe que la zona del suceso está bajo control de los talibanes, donde los últimos cuatro meses se han registrado fuertes choques entre los insurgentes y el Ejército.

Sólo el Gobierno central de Afganistán evitó culpar a las fuerzas de seguridad de lo ocurrido.

Mientras el presidente afgano, Ashraf Gani, mostró a través de un comunicado sus "más profundas simpatías a las familias de las víctimas"y pidió que se investigue el ataque y se de asistencia a los afectados; el Jefe del Ejecutivo, Abdulá Abdulá, acusó a los talibanes de lo sucedido.

"Desafortunadamente los enemigos del país han llevado la tragedia a la nación. (...) Esos enemigos deberían entender que matar a gente inocente no les ayudará a alcanzar sus objetivos", sentenció Abdulá en una nota.

Gani y Abdulá emitieron sendos comunicados tras participar en una ceremonia en Kabul que de manera oficial formalizaba la entrega por parte de la OTAN del control total de la seguridad del país a las fuerzas afganas, después de trece años de misión multinacional, la ISAF.

Las fuerzas de seguridad afganas están compuestas por unos 150.000 miembros que tendrán la misión de estabilizar un país que atraviesa uno de los momentos más complicados desde la invasión de Estados Unidos y el final del régimen talibán, con un aumento en los últimos meses de los ataques insurgentes y el número de civiles afectados.

El total de víctimas civiles en el conflicto afgano aumentó en 2014 un 19 % con respecto a 2013, con 3.188 muertos y 6.429 heridos, según datos facilitados por la ONU.