Rusia

La oposición amarga a Putin su 65 cumpleaños

Los simpatizantes de Navalni protestan en las grandes ciudades rusas

Varios cientos de opositores se concentraron en la plaza Pushkin de Moscú
Varios cientos de opositores se concentraron en la plaza Pushkin de Moscúlarazon

Los simpatizantes de Navalni protestan en las grandes ciudades rusas.

Los seguidores del líder opositor Alexei Navalni se han manifestado en decenas de ciudades rusas. En Moscú, la manifestación, que empezó junto al monumento de Pushkin, concentró a unas 2.500 personas, cifra que fue reducida a 700, según la Policía que les conminaba con megáfonos a dispersarse. Los activistas marcharan pacíficamente por la calle Tverskaya, aunque los cordones policiales impidieron que se acercaran al Kremlin.

En San Petersburgo, la cita congregó a unas 5.000, según la prensa local. La movilización fue convocada por el equipo de campaña del político, que, pese a formar parte de la oposición extraparlamentaria, aspira a concurrir en las elecciones presidenciales de 2018. Sin embargo, el propio Navalni no ha podido participar en las manifestaciones después de que el lunes fuera condenado a 20 días de prisión por convocar repetidamente manifestaciones no autorizadas. «El 7 de octubre salimos por una competición política normal y por la admisión de Navalni en las elecciones», publicó en Twitter su equipo de campaña.

El arresto del líder opositor se produjo después de que realizara una gira con mítines en las grandes ciudades rusas en lo que supuso su puesta de largo a nivel nacional como precandidato a las próximas elecciones presidenciales del 18 de marzo.

«¡Feliz cumpleaños!», «¡Libertad para Navalni!», «¡Rusia será libre!», «¡Putin, ladrón!» o «¡Elecciones limpias!» fueron algunos de los lemas más repetidos durante las manifestaciones, aunque la prensa local informó de que en la mayoría de ellas los asistentes a penas llegaron al centenar.

A última hora de la tarde, la agencia Interfax informó de que se habían producido detenciones de manifestantes en San Petersburgo y en Múrmansk, en el norte del país. Otras acciones de protesta convocadas contra la corrupción en marzo y junio de este año, terminaron con numerosos detenidos, entre ellos el propio político opositor.

Pese a las movilizaciones y a su tirón entre la gente joven, la aceptación de la candidatura de Navalni en los próximos comicios ya ha sido prácticamente descartada por la Comisión Central Electoral de Rusia, dado que Navalni tiene dos causas penales suspendidas, una de cinco años de cárcel por malversación en la maderera Krovlés y la otra, de 3 años y seis meses, por estafa a la empresa Yves Rocher, informa Sputnik. El político, sin embargo, considera que ambas condenas han sido motivadas políticamente. En las municipales de Moscú de 2013, este jurista logró ser el segundo candidato más votado con el 27,7% de los sufragios, por detrás del actual alcalde, Serguei Sabianin, del partido gobernante Rusia Unida, que sumó el 51,37%.

Con un estilo directo, para algunos irreverente, y una importante presencia en las redes sociales, sus vídeos de denuncia en YouTube acumulan millones de visitas. En un videomontaje titulado «Qué hacer el 7 de octubre» en el que el propio opositor convocó a sus seguidores a ocupar las plazas del país, Navalni afirmó que «si vamos a estar en casa, nosotros mismos no sólo les permitiremos que nos quiten nuestro dinero, sino también nuestro futuro». Dos días después de haber sido publicada, la grabación ya acumulaba más de 800.000 visualizaciones.

El presidente Putin, por su parte, mantiene la incógnita sobre si concurrirá o no en los próximos comicios. El 4 de febrero, en respuesta a una pregunta que es ya recurrente, declaró que «todavía» no había decidido si se presentaría a la reelección. El mandatario celebró ayer su 65º aniversario y, de ser reelegido en marzo, podría ser presidente de la Federación Rusa hasta el año 2023. El Centro Levada situaba en agosto de este año en un 83% el apoyo al presidente ruso. La popularidad del mandatario tocó suelo en noviembre del año 2013, cuando fue del 61%.