Terrorismo yihadista

La orden es clara: «se actúa y listo»

¿POR QUÉ? Turistas y tunecinos colocaron ramo de flores en honor a las víctimas y se preguntaban por la sinrazón del terrorismo
¿POR QUÉ? Turistas y tunecinos colocaron ramo de flores en honor a las víctimas y se preguntaban por la sinrazón del terrorismolarazon

En Francia, un cadáver decapitado cubierto de caracteres árabes era descubierto después de que un atacante sin identificar empotrara su vehículo contra unos contenedores, provocando una deflagración. En Kuwait, un terrorista suicida se inmolaba en el interior de una mezquita chií a rebosar de fieles en plena oración del viernes, asesinando a más de dos docenas de personas. Y en Túnez, al menos 37 turistas occidentales perdían la vida cuando un hombre armado abría fuego en un hotel turístico en la playa.

Desde que los gobiernos de todo el mundo empezaron a elaborar una serie estadística de atentados terroristas de una manera detallada y científica con motivo de los atentados del 11 de Septiembre de 2001, el mes del Ramadán siempre ha registrado un incremento sustancial en el número de atentados terroristas. De manera que el hecho de que el Estado Islámico se haya adherido a este patrón no hace extraordinarios los últimos atentados.

En septiembre del pasado año, el portavoz del Estado Islámico, Abú Mohammed al-Adnani, animaba a los fieles a «no aguardar a que nosotros os digamos lo que hay que hacer. De ahora en adelante tenéis licencia para intervenir siempre que lo deseéis, matar infieles donde los encontréis y hacer lo que esté en vuestras manos: se actúa y listo».

Aunque el Estado Islámico solamente ha reivindicado la autoría directa del atentado de Kuwait, un guerrillero del Estado Islámico precisió ayer a Reuters que en sentido general, los atentados tanto de Kuwait como de Túnez son «la bendición» al califato del Estado Islámico. «El discurso de Al Adnani, que Alá le tenga en su gloria, ordena a soldados y emires convertir el mes del Ramadán en el mes de las conquistas, y así va a ser», amenaza el yihadista.

Lo que estos atentados tienen de extraordinarios es:

-La simultaneidad de los atentados, perpetrados en tres continentes.

-La total ausencia de cualquier «rumorología» previa entre los círculos de la inteligencia occidental que apuntara a que se estaba gestando una cadena de atentados de esta magnitud.

La estrategia del Estado Islámico viene consistiendo no solamente en ampliar el territorio bajo su control, sino en ampliar su alcance a todos los continentes con el fin de consolidar su capacidad de intimidar al mundo entero. Al intervenir de forma tan sinérgica en la misma jornada en tres continentes diferentes, se subraya la creciente y penetrante influencia del grupo islamista Estado Islámico. Queda también patenteque los clérigos islamistas suniíes están inoculando su odio a hacia los chiíes en países como Arabia Saudí. Si esta realidad es pasada por alto entre las monarquías feudales de Kuwait, Qatar y Arabia Saudí, entonces se registrarán más atentados terroristas por toda la región del Golfo. No sólo esto; el Estado Islámico se verá reforzado a través de su agenda sectaria, porque esta organización terrorista es la que está siendo patrocinada contra Siria por parte de las instituciones públicas de Qatar y Arabia Saudí. En otras palabras, a las actuaciones de los países que apoyaron a diversas fuerzas terroristas sectarias contra el Gobierno de Siria les han salido el tiro por la culata, y han traído el mismo odio. Después de todo, el Estado Islámico, las ramas de Al-Qaeda y un amplio abanico de grupos terroristas sectarios venían siendo abiertamente financiados desde las monarquías del Golfo Pérsico, con el fin de tumbar al Gobierno de Siria.

Los papeles de Qatar y Turquía en Libia también tienen que ser objeto de escrutinio detenido. Igual que durante la desestabilización de Siria, es patente hoy que el Estado Islámico está sacando tajada de las políticas de Ankara, Doha, Londres, París, Riad y Washington. Esto es igualmente aplicable a la desestabilización de países por parte de las principales potencias, que genera vacíos terroristas y sectarios, junto a la implicación directa de actores regionales que están haciendo posible que la enfermedad del Estado Islámico se contagie y extienda por el globo.