Tiroteos en Estados Unidos

La Policía busca un cómplice del asesino de Las Vegas

Stephen Paddock ideó un minucioso plan para cometer la matanza que le llevó a ensayar antes en un hotel de Chicago

Un grupo de personas se reúne en un homenaje a las víctimas improvisado en una avenida de Las Vegas. A la izquierda, el autor de la masacre y su novia
Un grupo de personas se reúne en un homenaje a las víctimas improvisado en una avenida de Las Vegas. A la izquierda, el autor de la masacre y su novialarazon

Stephen Paddock ideó un minucioso plan para cometer la matanza que le llevó a ensayar antes en un hotel de Chicago.

Stephen Paddock compró rifles durante toda su vida. Prácticamente hasta justo el momento antes de la masacre. El último lo adquirió dos días antes de que quitase la vida a 59 personas e hiriese a otras 525 en el festival de música en un hotel de Las Vegas. Paddock tenía una vida oculta. Sin amigos cercanos. Apenas hablaba. Le resultaba bastante fácil pasar desapercibido. Nada de Facebook ni Instagram o Twitter. Sorprende que casi no dejase ningún rastro. Generalmente, este tipo de asesinos acumulan muchas pruebas, pero él no.

Las autoridades han recuperado 47 armas de fuego en tres localizaciones: la habitación del hotel Mandalay Bay y dos residencias a nombre del atacante, en Mesquite y Reno, ambas en Nevada. Además, se ha confirmado que Paddock, un jubilado de 64 años, tenía unos 22 kilos de explosivos y cerca de 1.600 balas en su automóvil. «¿Creen que alguien puede hacer todo esto en solitario?», preguntó el jefe policial de Las Vegas, Joe Lombardo, quien reconoció que Paddock tuvo «que recibir en determinados momentos algún tipo de ayuda. No me parece que fuese un superhombre». Sus declaraciones ganaron peso cuando los investigadores reconocieron que habían identificado a una mujer misteriosa, vista con él los días previos a la masacre. De momento, admiten que desconocen si tuvo algo que ver con la matanza. Pero explicaron que necesitan localizarla para que les ayude a reconstruir los momentos previos a la matanza.

Marilou Danley, la novia del asesino, reconoció a través de un comunicado por escrito que «no tenía ni idea de que iba a hacer algo así. Amaba a este hombre. Nunca me dijo nada que me hiciese pensar lo que iba a ocurrir», explicó Danley, de 62 años.

Hasta ahora se sabe que Paddock estuvo disparando durante diez minutos. Tenía 24 armas en la habitación. Se había hecho con un total de 33 durante los últimos doce meses, compradas en diferentes estados para no despertar demasiadas sospechas. Y había modificado 12 rifles con un «bump stock», un dispositivo que se mencionará de forma repetida en el Congreso en los próximos días ya que se quiere ilegalizar. Este mecanismo se acopla en la parte de la culata en las armas para convertirlas en automáticas, que son ilegales en Estados Unidos, y así se consigue disparar proyectiles sin parar con sólo tener el gatillo apretado. Sobre su meticuloso plan, también destaca que había ya realizado a su manera ciertos ensayos. A principios de agosto, Paddock reservó una habitación en un hotel Blackstone de Chicago, que tiene 21 plantas, que da justo a Grant Park, donde en esos días tenía lugar el Festival de Música Lollapalooza. El fin de semana previo al de la tragedia, Paddock alquiló un apartamento ubicado en una altura elevada, en un edificio de Las Vegas, que miraba al festival de música alternativa Life is Beautiful. Fue su último ensayo. Días después, el jueves 28 se presentó en el Hotel Mandalay Bay. Y se aseguró de que le diesen una habitación en una planta alta con vistas al festival de música Route 91 Harvest.