Crisis migratoria en Europa
Dinamarca deja paso libre a los refugiados para que pidan asilo en Suecia
Las autoridades danesas dejaron hoy vía libre en su territorio a cientos de refugiados llegados de Alemania en los últimos días, ante su negativa a solicitar asilo en Dinamarca y su deseo de hacerlo en Suecia. Dinamarca ha recibido en los últimos cuatro días más de 3.000 refugiados, la mayoría sirios e iraquíes, una cifra similar a la registrada en todo septiembre del año pasado.
La acumulación de refugiados que se negaban a dejar los trenes en las estaciones fronterizas con Alemania obligó a suspender unas horas el tráfico ferroviario con este país, mientras que la decisión de un grupo de abandonar un centro para irse caminando en dirección a Suecia provocó el cierre a la circulación de una autopista.
Apelando a la necesidad de desbloquear la situación y a la imposibilidad legal de mantenerlos retenidos de forma indefinida, la Policía Nacional optó por darles vía libre, en una decisión que calificó de "estrictamente policial".
"Seguimos punto por punto nuestras obligaciones internacionales. Nuestra obligación es tomarles las huellas a quienes piden asilo; a los que no, les pedimos el nombre. Así hemos decidido hacerlo y así seguiremos haciéndolo", afirmó Jens Henrik Højbjerg, director de este organismo.
Pocas horas después, y tras una reunión con los líderes del resto de fuerzas parlamentarias, el primer ministro, el liberal Lars Løkke Rasmussen, mostró su "apoyo total"a la actuación policial.
"No puedo obligar a la gente a pedir asilo en Dinamarca, aunque me sorprenda que no lo haga", dijo el jefe del Ejecutivo danés, que informó de que solo un 20 % de los llegados estos días ha presentado una solicitud en el país.
Rasmussen había dicho hace tres días que la normativa de Dublín obliga a Dinamarca a registrar a todos los refugiados y que no podían dejarlos pasar a Suecia, pero hoy se limitó a asegurar que su Gobierno cumple con sus obligaciones internacionales.
El primer ministro danés se mostró comprensivo con la situación "extraordinaria"que viven sobre todo países como Alemania y dijo no tener "nada que criticar"a Berlín, que la semana pasada dio luz verde al paso de miles de refugiados estancados en Hungría.
Tampoco aclaró si ha habido nuevos contactos con Suecia, con una política más abierta hacia los refugiados y donde muchos de los llegados a Dinamarca aseguran tener familia, tras una conversación telefónica ayer a nivel ministerial en la que Estocolmo reiteró que no se podía firmar ningún acuerdo especial entre ambos países.
"Todos los países deben seguir las reglas de Dublín, eso implica que registren a los refugiados. Así lo ha dicho con anterioridad el Gobierno danés. Y suponemos que todos siguen las reglas, nosotros lo hacemos", afirmó hoy el primer ministro sueco, Stefan Löfven.
Löfven negó haber conversado con Rasmussen sobre el tema en las últimas horas y añadió que tampoco tenía previsto hacerlo.
La decisión de las autoridades danesas recibió el respaldo de la mayor parte de los partidos políticos, aunque los socialdemócratas, líderes de la oposición, reclamaron que se elabore un plan político para hacer frente a la oleada de refugiados.
Las críticas más duras llegaron del principal soporte del Gobierno, el Partido Popular Danés, segunda fuerza más votada en los comicios de junio tras los socialdemócratas y de corte xenófobo.
"Alemania debe asumir la responsabilidad por dejar sin efecto las reglas europeas. Quienes llegan a Dinamarca y no quieren pedir asilo aquí tienen que saber que deben volver a Alemania", dijo su líder, Kristian Thulesen Dahl, que exigió controles fronterizos permanentes.
Los liberales, que gobiernan con el 19,5 % de los votos y gracias al apoyo del resto de formaciones de derecha, aprobaron hace semanas reducir a la mitad la ayuda a los solicitantes de asilo e impulsaron una criticada campaña publicitaria en varios diarios del Líbano.
El Gobierno danés rechaza aceptar las cuotas propuestas por la Comisión Europa para repartir refugiados, apelando a la excepción en el área judicial que tiene Dinamarca desde 1993.
Los daneses deberán votar en diciembre en referendo si quieren sustituir esa excepción por un nuevo sistema que permita a Dinamarca elegir si desea sumarse a la legislación europea en cada tema concreto, manteniendo al margen la política de asilo.
Cuando el Gobierno anunció la convocatoria de la consulta hace tres semanas, la justificó por la necesidad de no quedar fuera de la cooperación dentro de la Oficina Europea de Policía (Europol).
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