Terrorismo

La Policía francesa ya posee pruebas concluyentes sobre el ataque

El agresor estuvo rezando en La Défense antes de atacar al soldado

La Razón
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La sección antiterrorista del Tribunal de París, el órgano encargado de investigar la agresión del joven militar Cédric Cordiez, encontró ayer una bolsa de plástico clave para la investigación. El hombre que agredió al soldado el sábado, en el barrio de La Défensa, olvidó objetos personales en el centro comercial de donde finalmente logró escapar a través de la salida Rueil-Malmaison. En el interior de la bolsa, había un cuchillo sin sangre guardado en una funda, una segunda funda de cuchillo de cocina vacía y una botella de zumo de naranja empezada. Todos estos objetos están siendo sometidos a un análisis de ADN para lograr encontrar la identidad del sospechoso, que sigue sin conocerse.

Ayer también se descubrió, según señala el periódico «Le Parisien», que el agresor habría estado rezando momentos antes de intentar asesinar al militar. Una fuente cercana a la investigación dijo que «el atacante fue filmado rezando cerca del lugar de los hechos», aunque no se conoce el contenido de sus oraciones. Además, las imágenes grabadas por las cámaras de vigilancia coinciden con la descripción que se dio del agresor: un hombre alto, con barba, de corpulencia atlética y de apariencia norteafricana. Lo único en que ha variado la descripción es que no llevaba chilaba, como se dijo en un primer momento, sino un jersey negro atado a la cintura.

Cordiez salió ayer por la mañana del hospital militar de Percy, en el que fue ingresado tras el ataque. El joven sólo ha recibido un punto de sutura, aunque podría haber sido un corte fatal, ya que la intención del agresor era llegar a la carótida, una arteria vital. La incisión se hizo a sólo dos centímetros de esta arteria. Este militar es el tercero atacado este mes por integristas, ya que, además del soldado asesinado en Londres, un gendarme francés fue acuchillado en su cuartel en Los Alpes. El suceso tuvo lugar el 7 de mayo, cuando un desequilibrado se presentó como «un guerrero del islam» y mientras gritaba «¡Alá es grande!» le asestó tres puñaladas.

Cordiez: «Estoy bien. No ha sido nada grave»

El soldado francés que fue agredido el sábado acababa de ser trasladado a París el 13 de mayo en el contexto de la patrulla de Vigipirate, un refuerzo de las fuerzas del orden para prevenir actos terroristas. Cédric Cordiez, que cumplió 25 años el lunes pasado, formaba parte del Cuarto Regimiento de Cazadores de Gap (Alpes), unidad en la que se reintegró ayer al salir del hospital. «Estoy bien. No ha sido nada grave», dijo Cordiez ayer, que espera que su familia no se angustie por él. El soldado no quiso dar más detalles sobre el ataque.