Finlandia

La reforma sanitaria amenaza con derribar al Gobierno de centro derecha en Finlandia

El primer ministro finlandés, el liberal Juha Sipila
El primer ministro finlandés, el liberal Juha Sipilalarazon

Finlandia se asoma a la crisis política apenas seis meses después de las últimas elecciones. El primer ministro, el liberal Juha Sipila, reconoció ayer que “es muy probable que tenga que reunirme con el presidente” hoy para presentar la dimisión del Gobierno si los conservadores del Partido de la Coalición Nacional no aceptan su reforma sanitaria. “Ésta es la reforma estructural más amplia e importante que va a acometer este Gobierno y no nos podemos permitir un fracaso”, afirmó

Alexander Stubb, ministro de Finanzas y líder conservador, ha pedido más tiempo a Sipila para analizar con sus compañeros de partido esta sábado una iniciativa que pretende dividir el país escandinavo en 18 regiones administrativas que decidirán su cartera sanitaria y de servicios sociales. La medida supondrá al Estado un ahorro anual de 3.000 millones de euros, lo que contribuirá a reducir el déficit público por debajo del 3% exigido por Bruselas. “Según lo estatutos del Partido de la Coalición Nacional, esta decisión debe ser tomada por los delegados, por lo que hemos pedido al primer ministro que tenga en cuanta nuestras reglas para que podamos decidir si nos quedamos o abandonamos el Gobierno este sábado”, explicó a la Prensa Stubb. Los conservadore prefieren sólo cinco regiones para garantizar así la igualdad entre los finlandeses.

Sin embargo, según informa el diario “Helsingin Sanomat”, Sipila no ha perdido el tiempo y ha comenzado los primeros contactos con los grupos parlamentarios para buscar un relevo para los conservadores, que acusan al líder liberal, un hombre que entró en política tras una exitosa carrera empresarial, de someterlos a un ultimátum. El primer ministro, según el diario, quiere evitar a toda costa la convocatoria de elecciones anticipadas y confía en sumar a la minoría sueca y a los democristianos como socios a una coalición en la que los liberales y los populistas Verdaderos Finlandeses permanecerían como socios mayoritarios. Con todo, la salida de los conservadores y la entrada de estos dos pequeños partidos reduciría la mayoría del Gobierno en la Eduskunta (Parlamento) de los 123 diputados actuales a 101. Es decir, a una mayoría absoluta de tan sólo un escaño en una Cámara de 200.

La premura de Sipila obedece al deterioro económico de Finlandia, que, según la Comisión Europea apenas crecerá un 0,7% el próximo años y cuyo paro apenas caerá una décima del actual 9,6%. “La situación es seria, por lo que necesitamos ahora el liderazgo de Sipila”, comentaba un dirigente liberal al “Helsingin Sanomat”. Lo cierto es que las diferencias internas sobre la crisis de refugiados o la reforma laboral han paralizado en gran medida la acción del tripartido de derechas.