Estados Unidos

La reforma sanitaria pone a Ryan en la cuerda floja

La Razón
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Él representa al «establishment». Trump lo detesta. Paul Ryan cargó sin piedad contra el magnate durante las primarias, incluso en la campaña. Pero el multimillonario ganó y él tuvo que tragarse sus palabras. Una vez convertido en presidente, Ryan se propuso ser un mediador amable, pero le ha salido el tiro por la culata y el «Trumpcare» le ha dejado herido de muerte. Ryan soñó con ser presidente, pero su confirmación en el cargo de portavoz de la Cámara de representantes (el tercer puesto institucional más importante en Estados Unidos) echó por tierra sus aspiraciones de llegar a la Casa Blanca.

Ahora se esfuerza por salir a flote, ya que desde el Despacho Oval se han esforzado en dejar claro que la derrota legislativa de la contrarreforma sanitaria es tan sólo culpa de Ryan. No lo han hecho públicamente, sino entre bambalinas, como les gusta a los hombres del presidente. Es más, Trump se mostró solidario con él de cara a los medios. «Me gusta el portavoz Ryan. Creo que ha trabajado duro», reconoció tras la sonada derrota en la Cámara Baja. Sin embargo, estos comentarios no le salvarán. Al menos, de momento.

Ryan fracasó en asegurarse el apoyo de los más conservadores, el Caucus de la Libertad. Tampoco consiguió el respaldo de los más moderados, que temían que la reforma perjudicaría a sus votantes y con ello su futuro político en las elecciones de mitad de legislatura del Congreso en noviembre de 2018. Ryan no pudo evitar que los legisladores republicanos en contra de la reforma hicieran comentarios públicos. Todos los ojos están puestos ahora en el portavoz. Sin embargo, el futuro de Ryan aún guarda ciertas esperanzas debido a que no hay un líder claro dentro del Congreso en el Partido Republicano que recuerde los tiempos gloriosos de finales de los 90 con Dennins Hastert y el legendario Tom DeLay. Ellos fueron capaces de sacar adelante numerosas medidas con una minoría de cinco votos. El haber perdido una batalla no significa, para Ryan, haber perdido la guerra.