Guerra en Siria
La resistencia de cuarenta monjas en la cuna del cristianismo
BEIRUT- Desde que el pasado 9 de septiembre grupos islamistas radicales tomaron el control de la localidad cristiana de Malula, las fuerzas sirias están combatiendo a los rebeldes para recuperar esta ciudad, situada a 55 kilómetros de Damasco. La localidad sigue bajo el control de los insurrectos, aunque algunas áreas han sido recuperadas por las tropas de Asad.
Muchos vecinos, la mayoría de ellos cristianos, han huido a lugares más seguros a consecuencia de los combates y por temor a los islamistas. Sin embargo, cerca de medio centenar de monjas y niños huérfanos del convento de Santa Tecla están atrapados en el claustro y se teme por sus vidas. Las condiciones en las que se encuentran son lamentables. El generador eléctrico del monasterio «no funciona a causa de los combates, por lo que se ha interrumpido el suministro de agua para los que están en su interior y amenaza sus vidas», advirtió ayer el patriarcado griego-ortodoxo de Antioquía y Oriente, que hizo un llamamiento para que llegue ayuda.
«Las organizaciones humanitarias deben enviar convoyes con ayuda para el monasterio histórico de Mar Takla (Santa Tecla) y para quienes están refugiados en su interior, entre ellos unas 40 religiosas y huérfanos», rezó la iglesia de Oriente en un comunicado. El convento está situado a medio camino entre la colina Malula, controlada por los rebeldes, y una zona de la ciudad controlada por el Ejército sirio.
«Los tanques y las tropas del régimen han rodeado Malula. Milicianos del Ejército Libre de Siria (ELS), apoyados por combatientes islamistas del Frente al Nusra, están luchando contra los soldados sirios a las afueras para impedir que avancen en la ciudad», aseguró ayer a LA RAZÓN Sami, un activista de Erbil, situado en los suburbios de Damasco. «Si el régimen bombardea o dispara fuego de artillería, el convento de Mar Takla estaría en peligro», advirtió Sami, antes de agregar que «el monasterio de Mar Sarkhis [San Sergio] fue también parcialmente dañado cuando el Ejército disparó proyectiles de tanque y artillería contra el hotel Safir», aledaño al templo cristiano.
Este opositor negó que «los rebeldes hayan destruido ningún monumento o edificio cristiano. Es el régimen con su artillería quien ha dañado iglesias y conventos».
Asimismo, Sami denunció la propaganda pro Asad que circula en las redes sociales contra la madre Pelagia Sayyaf, abadesa de Santa Tecla. Según este activista, partidarios del régimen a través de Facebook lanzaron un mensaje «venenoso» contra Pelagia, a la que describen como una «terrorista» y «traidora» que «conspiró con los terroristas» y «engañó» a las fuerzas de Asad para «ayudar a los combatientes del ELS en la destrucción de Malula». El pueblo de Malula, de 5.000 habitantes, es famoso por sus refugios rupestres que datan de los primeros siglos del cristianismo. También por ser una de las comunidades cristianas más antiguas de Siria, donde sus habitantes hablan el arameo, la lengua de Jesucristo.
Malula es conocido en Oriente Medio por la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz el 14 de septiembre. Este año, por primera vez, ni los devotos sirios ni los visitantes han peregrinado a las colinas de este antiguo pueblo cristiano, cargado de simbolismo, para celebrar las ceremonias religiosas. La atmósfera es indescriptible, sobre todo de noche, cuando el pueblo se ilumina con fuegos artificiales y las hogueras en las colinas que hacen los peregrinos para conmemorar la «fiesta del Señor».
Ofensiva rebelde en Damasco
Pero para el régimen sirio, la recuperación de Malula es una operación más estratégica que protectora de los monasterios cristianos. Este pueblo está enclavado en las montañas de Qalamoun, una pequeña cordillera montañosa, debajo de la cual se extiende hacia el este la carretera que une Damasco con Homs, donde se ubican algunos de los mayores acuartelamientos militares del Ejército. Entre ellos está la base de la Brigada 155, desde donde se disparan misiles Scud para golpear el norte del país, la sede de la III División Blindada y el aeropuerto militar de Al Nasiriya.
Mientras tanto, ayer la oposición siria lanzó una nueva ofensiva en los suburbios del suroeste de Damasco para tratar de romper el bloqueo que mantiene el Ejército en varias zonas controladas por los rebeldes y que impide la llegada de armas, comida y medicinas.
✕
Accede a tu cuenta para comentar