Política

Brexit

La salida de la UE desgarra a toda una generación británica

Desde el referéndum del 23 de junio de 2016, se han multiplicado las agresiones racistas y las amenazas contra políticos y periodistas

Partidarios y detractores del Brexit se enfrentan en las calles del centro de Londres el pasado sábado / Reuters
Partidarios y detractores del Brexit se enfrentan en las calles del centro de Londres el pasado sábado / Reuterslarazon

Desde el referéndum del 23 de junio de 2016, se han multiplicado las agresiones racistas y las amenazas contra políticos y periodistas.

El «tory» rebelde Dominic Grieve ha recibido amenazas de muerte por su postura europeísta. El columnista del rotativo «The Guardian» Owen Jones fue interpelado la semana pasada por un grupo de manifestantes que le acusaron de fascista y mentiroso por defender en sus artículos la permanencia de Reino Unido en la UE. Y, por su parte, la conservadora Anna Soubry, que pide la convocatoria de un segundo referéndum, fue interrumpida mientras era entrevistada en directo por la BBC delante del Parlamento por un grupo de manifestantes que la acusaron de nazi. «Esto es lo que ha pasado en nuestro país», se lamentaba la diputada.

El Brexit ha dejado a la sociedad británica completamente dividida. La tensión no ha hecho más que incrementarse en los últimos dos años y muchos temen que la celebración de un nuevo plebiscito para desbloquear la mayor crisis institucional que vive Reino Unido empeore aún más la situación.

Durante la campaña de 2016, la laborista Jo Cox fue asesinada por un hombre vinculado a la extrema derecha. En el mes posterior a la victoria del Brexit, el número de incidentes racistas denunciados en Londres ante la Policía aumentó en más de un 50%. Scotland Yard recibió 599 notificaciones de sucesos motivados por el odio racial, una media de 67 incidentes diarios, por encima de la media de 44 que se registraba antes de la consulta. Negros, musulmanes, españoles y polacos han sido víctimas de insultos, pintadas y hasta agresiones físicas. Una semana después del plebiscito, el instituto español en Londres Vicente Cañada Blanch notificó a Scotland Yard una pintada racista en su fachada donde se leía «Foreign Pack» (panda de extranjeros).

El Ministerio británico de Interior y Justicia llegó a crear en agosto de 2016 un Centro de Delitos de Odio Online para combatir los episodios en internet como respuesta su aumento tras el referéndum. La nueva unidad está compuesta por agentes entrenados para apoyar a las víctimas e identificar a los que se esconden tras las pantallas de ordenadores y dispositivos móviles para perpetrar ataques de esa naturaleza, que incluyen el racismo y la xenofobia. Según «The Guardian», uno de los activistas que está ahora detrás de los insultos a los diputados en la antesala de la votación del mañana es James Goddard, quien afirma que todos los musulmanes deberían ser expulsados de Reino Unido.

Goddard ha construido su perfil en las redes sociales mediante enfrentamientos en directo retransmitidos por Facebook Live y a la vez buscando donaciones para financiar sus acciones. Después del incidente con la «tory» Soubry, se ha pedido una respuesta más firme por parte de la Policía y se ha eliminado su cuenta de Facebook. En un vídeo de septiembre, Goddard afirmaba que las 2.000 mezquitas que existen en Reino Unido «no deberían estar allí» y que si fuera por él «se libraría de todas ellas». «No creo que el islam deba estar en Occidente. Éste es un país cristiano».

En las últimas semanas, los miembros del grupo también bloquearon el puente de Westminster, gritaron ofensas sexistas y racistas contra equipos de televisión, irrumpieron en las oficinas de una estación de radio y del Partido Laborista y realizaron pequeñas manifestaciones en varias ciudades.