Política

Disturbios en Misuri

La tensión sobre el fallo de Ferguson continúa con críticas a un juicio «injusto»

El abogado de la familia de Michael Brown, Benjamin Crump, criticó duramente hoy al fiscal y denunció como “completamente injusto” el proceso que dejó sin un juicio al policía blanco Darren Wilson, autor de la muerte del joven, lo que provocó anoche graves disturbios en Ferguson, un suburbio de San Luis (Misuri)

“Objetamos públicamente este proceso, fue completamente injusto”, aseguró Crump en una rueda de prensa en San Luis, acompañado por los padres de Michael Brown, el joven que iba desarmado cuando murió a consecuencia de los disparos de Wilson en agosto pasado.

El letrado compareció después de que las protestas por el fallo del gran jurado desembocasen en violentos disturbios en la pequeña localidad de poco más de 20.000 habitantes, que se saldaron con más de 80 detenidos y numerosos establecimientos saqueados y quemados a lo largo de la noche.

En concreto, Crump cargó contra el fiscal del condado de San Luis, Robert McCulloch, al que acusó de haber mostrado poco interés en llevar adelante la imputación de Wilson y no haber presentado “los mejores argumentos”.

“Un estudiante de derecho hubiera hecho mejores preguntas (que el fiscal)”, dijo el abogado de la familia sobre McCulloch, quien fue el encargado de leer el veredicto final anoche.

En agosto, cuando se anunció el jurado investigador en este caso, algunos sectores pusieron en duda la idoneidad de McCulloch para encargarse de la acusación, porque su padre era policía y fue asesinado por un afroamericano cuando él tenía 12 años, y por su actuación en el año 2000, en un caso similar al de Ferguson.

“Nos opusimos a este fiscal ya en agosto, y ya entonces pedimos un fiscal especial”, recordó el abogado de la familia, que consideró que el fallo era un reflejo de un “sistema judicial roto”.

En la conferencia de prensa, Crump estuvo secundado por el padre de Brown, quien llevaba una camiseta con el lema “Sin justicia no hay paz” pero que no ofreció declaraciones.

Anoche, poco después de conocerse la no imputación del agente Wilson, los familiares de Brown indicaron en un comunicado que, a pesar de estar “profundamente decepcionados” por el fallo judicial, “responder a la violencia con violencia no es la respuesta”.

Igualmente, el presidente estadounidense Barack Obama realizó una declaración no anunciada desde al Casa Blanca en la que llamó a la calma e instaba a los manifestantes y a la policía a mostrar “contención”.

Pese a estos llamamientos, se teme que las protestas, que se han reproducido durante el día en otras ciudades del país como Filadelfia, Baltimore, San Francisco, Chicago, Atlanta o Nueva York, vuelvan a tornarse violentas en la noche en Ferguson.

Por ello, el gobernador de Misuri, Jay Nixon, ordenó el envío de más efectivos de la Guardia Nacional a la ciudad con el objetivo de garantizar la seguridad, hasta elevar la cifra a 2.200, y rechazó los saqueos y los ataques a la propiedad privada.

“El propósito de destrucción de los criminales anoche aterrorizó a esta comunidad”, dijo Nixon a los periodistas.

Precisamente, y en paralelo, el alcalde de Ferguson, James Knowles, criticó la actuación de Nixon y señaló como “profundamente preocupante” el retraso en el despliegue de la Guardia Nacional, porque agravó los disturbios.

En el sistema judicial de Estados Unidos el gran jurado decide si hay pruebas suficientes para presentar cargos contra una persona, por lo que tras su decisión el caso de Wilson queda cerrado por esta vía.

No obstante, continúa la investigación del Departamento de Justicia sobre si hubo una violación de los derechos civiles en un caso en el que convergen dos debates clave: la discriminación racial y la violencia policial.