Inmigración

La UE descarta un pacto sobre las cuotas antes del verano

Un migrante reza en Ventimiglia, desde donde esperaba seguir su viaje
Un migrante reza en Ventimiglia, desde donde esperaba seguir su viajelarazon

Italia y Grecia se quedan solas en el apoyo a la propuesta de la CE. Los ministros de Interior discuten el carácter obligatorio.

Los ministros de Interior europeos no consiguieron ayer un acuerdo sobre la propuesta de la Comisión Europea para el reparto de refugiados. De no alcanzar un consenso los líderes europeos en la cumbre de la próxima semana, la puesta en marcha de las cuotas no entrará en vigor en verano, cuando se prevén las mayores olas de inmigrantes. Bruselas quiere un sistema obligatorio, que se encontró ayer con el rechazo de la mayoría de los países europeos. Unos, porque quieren que no haya imposiciones por parte de la CE y que el reparto sea voluntario, como es el caso de España, y otros, porque no están de acuerdo con el porcentaje de asilados que Bruselas les ha asignado para asumir en los próximos dos años. Grecia e Italia, los principales afectados por la inmigración masiva, son los únicos que lo apoyan.

La postura española la planteó el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. España tendría que asumir la llegada de cerca de 6.000 refugiados de un total de 60.000 que se distribuirán en Europa en los próximos dos años. A juicio del titular de Interior, la solidaridad española «está más que acreditada» por su acogida de población extranjera en los últimos años, así como por el control de las «fronteras europeas». Imponer cuotas obligatorias para la acogida de refugiados traerá, en su opinión, «un efecto llamada» y podría distorsionar del pilar fundamental de la Agenda de la Inmigración europea, que es la devolución de inmigrantes. «En estos momentos sólo es devuelto en la UE un 39% de los inmigrantes irregulares. Es evidente que tenemos mucho camino por recorrer», resaltó Fernández Díaz. El ministro sostuvo que existe un «consenso muy importante» entre sus homólogos sobre esta cuestión.

La palabra solidaridad resonaba en la sala destinada al Consejo de Interior según los ministros tomaban la palabra. Todos quieren que la solidaridad de su país en materia de inmigración se tenga en cuenta para no imponer cuotas. Palabras que no convencen a la Comisión porque ésta considera la obligatoriedad como la única vía para que el nuevo sistema funcione. «Haremos lo posible para tener un acuerdo en migración para tener un marco obligatorio de cuotas. Me complace ver cómo los Estados están de acuerdo en lo principal, aunque no es suficiente. Ahora es el momento de empezar a actuar, no tenemos tiempo que perder. La Comisión no cejará hasta que encontremos un acuerdo viable», decía el comisario de Inmigración, Dimitris Avramopoulos.

Preguntado sobre la posibilidad de que se cree un sistema sobre la base voluntaria, el comisario recordó que ya se utilizó el sistema voluntario con anterioridad y no funcionó. «Personalmente, pienso que no funcionará. Sólo conseguiremos que funcione si lo hacemos obligatorio y que cada Estado asuma su cuota por solidaridad y responsabilidad», añadía. En este sentido, se mostró confiado en que la totalidad de los países darán un «sí» a la iniciativa de la Comisión. «Tenemos que entender que hay que repartir la responsabilidad para trabajar unidos. Ningún país puede manejar este problema en solitario, por lo que la UE tiene que trabajar como un todo», afirmaba. Sobre la tensión entre París y Roma del fin de semana después de que Francia bloqueara el paso de centenares de inmigrantes desde Italia, el comisario mediaba en el Consejo. «Todos los miembros de la UE necesitan respetar las reglas Schengen y las reglas europeas en inmigración. Los países no pueden introducir controles sistemáticos cuando quieran», explicaba. Después, el ministro del Interior galo, Bernard Cazaneuve, recalcó que «hay una voluntad de trabajar juntos».