La Yihad ataca desde el Sinaí

«Ninguna ciudad israelí estará segura»

«Los yihadistas del Sinaí volverán a atacar, pero la Cúpula de Hierro mantendrá seguro el sur de Israel». Así lo afirmó ayer el ministro de Defensa israelí, Moshe Yaalon, horas después de que la mencionada batería de misiles antimisiles interceptara cohetes disparados desde la península del Sinaí en el vecino territorio egipcio hacia la ciudad turística meridional de Eilat. Desde el Sinaí, un grupo identificado con Al Qaeda, reivindicó el ataque asegurando que «ninguna ciudad israelí estará segura». La noche anterior, la ciudad de Eilat vivió momentos a los que habitantes de otras zonas de Israel ya han tenido que acostumbrarse, pero que para esta localidad no fueron nunca parte de su día a día.

Salvo un incidente en abril, cuando impactaron misiles lanzados también desde el Sinaí, la dinámica en Eilat se había mantenido con la normalidad que siempre la caracterizó, propia de una zona de vacaciones y centro turístico. Pero esta vez, la sensación es que desde el Sinaí hay quienes están decididos a alterar la situación por completo. El desplazamiento de la Cúpula de Hierro hacia las inmediaciones de Eilat –que fue lo que impidió que los misiles cayeran en un área poblada– es una señal de que también en las altas esferas, donde se llevan a cabo las máximas evaluaciones de seguridad, se estima que la necesidad de protección ha aumentado. De hecho, Yaalon aseguró a la población local que puede mantener su rutina gracias a que «la Cúpula de Hierro está aquí». Este preciso sistema ya logró altísimos porcentajes de éxito en interceptar misiles durante la última guerra en Gaza. Sin embargo, el ministro no ocultó la amenaza proveniente del vecino Sinaí, y confirmó que diversas células terroristas operan desde esta zona y que seguramente volverán a hacerlo.

Desde el Sinaí fue emitido un comunicado en nombre de una organización llamada «Majles Shura al Mujahidin batallón Al Quds», uno de los numerosos grupos islamistas de línea dura que operan en la zona, que reivindicó el disparo del cohete a la una de la madrugada hora local. «Ésta fue una rápida respuesta al más reciente crimen de los judíos, que mataron a cuatro combatientes en el Sinaí con un avión no pilotado», decía el comunicado, refiriéndose a Eilat como «la ciudad ocupada de Um al-Rashash». «Aseguramos que ni Eilat ni ninguna otra ciudad israelí será bendecida con seguridad, turismo o economía», agregaban los yihadistas. Los extremistas hacían referencia a un ataque lanzado días atrás a una célula de su organización cuando se disponía a lanzar misiles en territorio israelí, el cual fue frustrado a tiempo por un disparo desde el aire –un supuesto dron– que mató a sus miembros.