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Las 23 horas de horror en el Museo del Bardo

Cristina Rubio, ayer,en el hospital Charles Nicolle, donde le realizaron una ecografía
Cristina Rubio, ayer,en el hospital Charles Nicolle, donde le realizaron una ecografíalarazon

Hacía 10 días habían contraído matrimonio en Valencia y este viaje era su luna de miel. Pero lo que comenzó siendo un crucero para el recuerdo terminó convirtiéndose en su peor pesadilla. Cristina Rubio y Juan Carlos Sánchez, ambos naturales de Sueca, en Valencia, embarcaron hace una semana en Barcelona en el crucero de la naviera MSC y el viaje se truncó dos días antes de llegar a su fin. Cristina, enfermera de 27 años y embarazada de cuatro meses, y Juan Carlos, de 33 años y también enfermero en la localidad valenciana, eligieron la mañana del miércoles una de las tres excursiones que les ofrecieron dentro del «pack» nupcial: una visita al centro de Túnez, en la que estaba incluida la entrada guiada al prestigioso Museo Nacional del Bardo. Al final de la visita y cuando Juan Carlos y su mujer iban a salir del edificio junto al guía para comer, comenzaron a escuchar disparos, gritos y bombas. El instinto de supervivencia les llevó a abrir la primera puerta que vieron y a esconderse en el interior de una habitación. Se trataba de uno de los cuartos de limpieza del museo que rápidamente se convirtió en su búnker durante las siguientes 23 horas. «Vimos a un hombre correr mientras, por detrás, otro le disparaba. Así que nosotros corrimos a refugiarnos. Nos escondimos en una habitación pequeña y allí permanecimos hasta que a la mañana siguiente nos encontró un policía», relató Juan Carlos al ministro de Sanidad de Túnez, Said Aidi, quien acudió a visitarlos al hospital, según informó Ap.

Ambos, presos del pánico, no se atrevieron ni a abrir la puerta durante su encierro, no dejaban de escuchar gritos y pensaban que si salían, serían asesinados. Al no saber árabe, no se dieron cuenta de que los que hablaban eran los miembros de las Fuerzas de Seguridad de Túnez, ya que los terroristas habían sido abatidos a las cuatro horas de comenzar el ataque. «Durante toda la noche pensamos que los asesinos seguían allí», añadió el valenciano. Tras ser rescatados, ambos fueron llevados al hospital Charles Nicolle, donde fueron sometidos a un riguroso chequeo médico, sobre todo Cristina, quien temía por su embarazo y a quien le fue practicada una ecografía. Precisamente en este centro médico es donde pudieron reecontrarse con otros de los supervivientes que habían sido trasladados para tratarles las heridas de bala que algunos habían sufrido.

Tras comprobar que ambos se encontraban en buen estado de salud y después de comer algo –ya que desde el día anterior no habían probado bocado, aunque la bandeja de cuscús que se les facilitó en el hospital quedó prácticamente intacta–, fueron trasladados a un hotel de la capital para descansar, a la espera de ser trasladados. Según lo previsto, regresarán hoy a Sueca en el avión que el Gobierno de España ha enviado a Túnez para repatriar los cuerpos del matrimonio catalán que corrió peor suerte en el ataque yihadista. Además, el Ministerio del Interior envió ayer a Túnez a dos personas del equipo psicosocial de la Dirección General de Atención a Víctimas del Terrorismo para que atendieran y apoyasen a los familiares de los dos fallecidos.

El matrimonio valenciano rehusó ayer hacer declaraciones a los medios españoles que esperaban su salida del hospital tunecino debido a su estado de ansiedad y nerviosismo. Tan sólo se pusieron en contacto son sus respectivas familias a través de dos cortas llamadas de teléfono para informarles de que el susto había pasado. La tensión en los alrededores del hospital era patente y el personal médico se esforzó para que nadie pudiera captar una imagen de los supervivientes. Incluso, un cámara español fue agredido cuando la pareja española abandonaba el centro. Sin embargo, a través de una emisora de radio del país, el ministro de Sanidad confirmó que tanto Juan Carlos como Cristina ya estaban más tranquilos y que para que esta experiencia nunca se les olvidara, llamarán a su futura hija Túnez.