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Le Pen proclama que su ideología ya «está en el poder» en Europa

La líder de la derecha populista francesa agradece los vítores de sus seguidores durante su mitin de reentrada tras la vacaciones de verano
La líder de la derecha populista francesa agradece los vítores de sus seguidores durante su mitin de reentrada tras la vacaciones de veranolarazon

La líder populista cree que en los nueve meses que quedan hasta las europeas se producirá una «ola nacional» en todo el continente que «cerrará el paréntesis mundialista».

Marine Le Pen ya ha elegido sus dos temas de campaña para las próximas elecciones europeas: otra construcción política para Europa y la inmigración. Para ella, «el paréntesis mundialista se cierra», y cree que ha llegado el buen momento para imponer sus ideas amparada en las victorias que los nacionalistas han obtenido en otros países como Hungría, Polonia y Austria.

Le Pen marcó ayer el inicio del curso con un mitin en Fréjus, ante un millar de militantes convencida de que «la ola nacional que se levanta va a coger toda su fuerza a lo largo de los ocho meses que nos separan de las elecciones» y van a lograr «barrer las fuerzas de este mundo viejo».

La presidenta de Reagrupamiento Nacional se felicitó de los triunfos obtenidos por los nacionalistas en otros países europeos y piensa buscar alianzas, especialmente en Italia y Hungría para imponer otra idea de Europa. Para ella se trata de llevar a cabo un «combate de independencia», junto a naciones que quieren «reconstruir y salvar Europa».

Le Pen distinguió en su discurso entre Europa y la Unión Europea. Definió a la UE como «una construcción ideológica», «sin historia y sin raíces, un espacio sin fuerza» destinado a disolverse en el «magma mundial». Y para sustituirlo, la líder de RN aboga por la defensa de una «unión de naciones europeas» en la que prime «la libertad de los individuos y los pueblos». Le Pen ya no habla de organizar un «Frexit», ni de abandonar el euro, ahora se trata de confrontar «la unión de naciones europeas contra la Comisión». La UE se convertirá en la UNE «según un calendario decidido por la nueva asamblea» europea que salga de las urnas el próximo mes de mayo.

El otro tema en el que Marine Le Pen quiere librar una batalla, como hace desde que asumió la presidencia del partido, es la inmigración. Ayer aseguró que con la extrema derecha en el poder, «el Aquarius no atracará más en las costas francesas» y Francia recuperará «el control de sus fronteras» porque, según ella, el país vive una sumersión vergonzosa y silenciosa» que se resume en una sola frase: «el Estado juega contra la nación» y organiza todo ello «meticulosamente».

Parecía que la formación de Le Pen no levantaba cabeza desde las presidenciales de 2017. Además de los malos resultados en las urnas, confirmados en las elecciones legislativas, el partido tiene abiertos varios frentes judiciales y atraviesa malos momentos financieros. El pasado mes de julio, los jueces que investigan los presuntos empleos ficticios de asistentes europarlamentarios del antiguo Frente Nacional, ordenaron la incautación de dos millones de euros de ayuda pública que debían recibir, fruto de sus resultados en las elecciones de 2017. Pero los magistrados temían que el partido utilizara ese dinero para financiar sus deudas en lugar de hacer frente a su posible responsabilidad en el «affaire» de empleos ficticios en el que el Parlamento Europeo reclama al RN 330.000 euros. El 26 de septiembre sabrán si la justicia confirma o no esta decisión, pero de momento se han visto obligados a cerrar buena parte de sus sedes y han anulado su tradicional universidad de verano

Los votantes de Marine Le Pen han recuperado el ánimo con el resultado de la última encuesta realizada por Odoxa-Dentsu Consulting. El instituto de sondeos sitúa la lista de la República en Marcha en cabeza de intención de voto para las elecciones europeas, pero seguida muy de cerca, «codo con codo» , como dice Marine Le Pen, por la lista de la Reunión Nacional. El partido de Emmanuel Macron obtendría 21,5% de votos y el de la líder de extrema derecha, el 21%.

A diferencia de Marine Le Pen, el líder de la extrema izquierda, Jean-Luc Mélenchon, ha ocupado el espacio mediático a lo largo de todo el verano, pero esto no le ha procurado la adhesión de los votantes, de los que de momento sólo un 12,5% se declaran dispuestos a votar por La Francia Insumisa en las europeas.

Si las tendencias de este sondeo se confirman, el presidente de la República habrá logrado su objetivo, convertir las próximas elecciones en una elección por o contra Europa, un duelo en el que parece que el resto de partidos políticos, de momento no tiene gran cosa que decir.