Conflicto

La Liga Árabe insta a evitar una escalada en Oriente Medio

La organización, dividida por la relación con Israel de sus miembros, insta a detener la ofensiva militar en Gaza

CAIRO, Sept. 12, 2017 Photo taken on Sept. 12, 2017 shows the 148th ordinary session of the Arab League (AL) council at the level of foreign ministers at the AL headquarters in Cairo, Egypt. A sharp debate took place on Tuesday among Arab senior diplomats and ministers during a meeting at the Arab League (AL) headquarters in Cairo over charges against Qatar of supporting terrorism. (Foto de ARCHIVO)12/09/2017
Los ministros de Exteriores de la Liga Árabe se reunieron de urgencia el miércoles en El CairoEuropa Press/Contacto/Ahmed GomaEuropa Press

Convocada a instancias de Marruecos –que ostenta la presidencia de turno– y la Autoridad Palestina, la Liga Árabe celebró esta tarde en El Cairo una larga reunión de urgencia de sus ministros de Exteriores tras las que instaron a Israel a «detener su agresión a Gaza» y «cumplir sus obligaciones en el derecho internacional» ante el temor de una escalada regional del conflicto. «Reafirmamos la importancia de retomar el proceso de paz y de comenzar negociaciones serias entre la Organización para la Liberación de Palestina e Israel», rezaba la declaración conjunta de la Liga Árabe. Por su parte, el secretario general de la organización Ahmed Aboul Gheit, hacía hincapié antes del encuentro en la «necesidad de parar la guerra en Gaza cuanto antes para que las cosas no se conviertan en algo aún más peligroso y se salgan fuera de control».

La reunión celebrada ayer en la capital egipcia pone a la Liga Árabe, que integran un total de 22 Estados, ante uno de sus momentos más difíciles de los últimos tiempos: consensuar una posición común ante lo ocurrido en Israel y Gaza a partir del 7 de octubre. La otra gran pregunta es si la organización adoptará, de forma colectiva o individual medidas diplomáticas contra Tel Aviv por parte de sus países integrantes.

La Liga Árabe aborda la situación de emergencia en Oriente Medio dividida entre países que, con mayor o menor grado de cooperación, mantienen relaciones diplomáticas con Tel Aviv y los que no reconocen la existencia del Estado de Israel. Entre los primeros se encuentran Marruecos, Bahréin, Emiratos, Jordania y Egipto.

Destacan en este grupo Emiratos y Marruecos, países que se adhirieron en 2020 a los conocidos como Acuerdos de Abraham junto a Israel y Estados Unidos. Rabat restableció relaciones diplomáticas con Israel –que había roto en 2000 con motivo de la Segunda Intifada– a cambio del reconocimiento de su soberanía sobre el Sáhara Occidental por parte de EE UU, un respaldo explícito que logró también del primer ministro Benjamin Netanyahu en julio.

La guerra entre Israel y Hamás compromete además las negociaciones entre Arabia Saudí, EE UU e Israel para un acuerdo tripartito merced al cual Riad reconozca al Estado de Israel a cambio de estrechar la cooperación militar y estratégica con Washington. Un acercamiento que desagrada profundamente al régimen de los ayatolás, que comenzó el pasado mes de marzo, a su vez, la normalización de relaciones diplomáticas con la monarquía saudí tras décadas de enfrentamiento.

No en vano, en la tarde de ayer el conflicto en Oriente Medio se recrudecía en la frontera sur de Líbano e Israel. Después de intercambios de artillería y cohetes de manera intermitente entre Hizbulá, partido-milicia vinculado a la comunidad chií de Líbano y patrocinada por Irán, y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) desde comienzos de la semana, la situación se agravaba ayer notablemente.

Aunque la tensión descendió durante la jornada de ayer, no puede descartarse la posibilidad de un recrudecimiento de los ataques contra Israel perpetrados por los grupos armados vinculados a Irán que operan en suelo sirio. No en vano, en la tarde del martes se producían lanzamientos de proyectiles contra Israel desde Siria que fueron replicados por las Fuerzas de Defensa con mortero y artillería. Las miradas están asimismo puestas en Cisjordania, que ha sido escenario protagonista del repunte de violencia a lo largo de este año, ante la posibilidad de que la escalada de violencia alcance el territorio palestino.

Una de las grandes incógnitas en estos momentos es la posición que pueda adoptar Egipto, un país liderado por una férrea dictadura militar y aliado de Occidente –El Cairo firmó la paz con Israel en 1979– que puede verse directamente afectado por el previsible éxodo de población palestina en las próximas semanas. Por el momento las autoridades de Egipto, cuya población –de 105 millones– ya sufre con especial dureza el deterioro de las condiciones económicas, mantienen cerrado el paso de Rafah con Gaza. En la tarde de ayer trascendía que El Cairo y Washington negocian proporcionar asistencia humanitaria a la población de Gaza.