Lilian Tintori: «La condena tiene que despertar a los líderes de América Latina»

Lilian Tintori no quiere quedarse en casa lamentando la sentencia que condena a su marido Leopoldo López a 14 años de prisión, sino retomar el activismo y seguir pidiendo la liberación de los presos políticos de Venezuela. Por eso ha viajado hasta Praga, donde participa en el Forum 2000, que se celebra bajo el lema «Democracia y Educación». Antes, respondió a LA RAZÓN un cuestionario.

–¿Esta sentencia va a acelerar el declive del régimen chavista?

–Ya está en declive desde hace bastante tiempo. De hecho, cuando Leopoldo decide entregarse, lo hace para visibilizar una situación que venía ocurriendo desde hacía mucho tiempo pero que para los ojos del mundo aún no era evidente. Sabía que su figura elevaría el perfil de la realidad venezolana para poner al descubierto un régimen antidemocrático, corrupto, ineficiente y represor. Las violaciones a los derechos de los venezolanos han ocurrido sistemáticamente, nuestra familia no es la única que está pasando por esto; de hecho, hoy hay 78 presos políticos en Venezuela. ¿Qué democracia tiene presos políticos? Como dijo el ex presidente Felipe González, con este paso el Gobierno se ha asegurado de que el mundo sepa que existe una dictadura de facto, o como dijo Fernando Mires, una dictadura de iure.

–¿Considera que una condena tan dura es una manera de provocar a la oposición de cara a las elecciones del 6 de diciembre?

–El régimen está desesperado, y estas actitudes irracionales son un reflejo de que se siente perdido. Con esta sentencia formalizan que eligen la fuerza a la razón, la opresión del venezolano para intimidar y hacer lo que esté en sus manos para sembrar el miedo. Pero los venezolanos somos conscientes de este desafío, y a pesar de que estamos luchando contra un régimen antidemocrático que usa la fuerza para reprimir vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para defender la democracia, como dijo Leopoldo, de manera pacífica, constitucional y democrática. Es importante mencionar que aun si las elecciones suceden, será fundamental contar con la observación calificada de la OEA y la Unión Europea. Esa será la única manera de garantizar que tendremos elecciones limpias y transparentes.

–¿Cree que la condena movilizará más a los ciudadanos que están en contra de este Gobierno?

–La condena ha generado la solidaridad de muchísimos sectores de la sociedad venezolana. Partidarios y no tan partidarios hoy se unen en torno a la causa de Leopoldo porque entienden que este caso va más allá de Leopoldo, representa la ruptura del hilo institucional sin independencia de poderes que hoy nos afecta por igual.

–¿Cuál fue la mayor irregularidad del juicio contra su marido?

–El juicio estuvo plagado de vicios procesales. ¿Cómo es posible que aun no existiendo pruebas ni testigos que vinculen a Leopoldo y a los estudiantes de la causa procesal, fuera condenado a casi 14 años de prisión, la máxima pena para los delitos que le fabricaron? Leopoldo dice que está preso, pero que los venezolanos también estamos presos porque no podemos ejercer nuestros derechos, porque estamos sometidos a la escasez, a la violencia y a la persecución por pensar distinto. Es importante mencionar que Amnistía Internacional lo acaba de nombrar prisionero de conciencia, tema que hemos defendido desde el inicio de su detención porque Leopoldo está preso por pensar distinto.

–¿Cómo ha asumido Leopoldo la sentencia?

–Con mucha entereza y dignidad. Nos pidió a los venezolanos en una carta que redactó de su puño y letra en el juicio, que la única muestra de solidaridad que quiere es que no nos rindamos. Que sigamos adelante en la defensa de nuestros derechos y el rescate de la democracia. Esto lo ha hecho más fuerte, más reflexivo. Hoy Leopoldo es un hombre que ha crecido con el dolor del paso de los días con este encierro, y que como dijo Yoani Sánchez, la bloguera cubana, Leopoldo es el prisionero más libre del mundo porque sabe que esta entrega de su libertad a cambio de rescatar la libertad de Venezuela tendrá resultados muy pronto.

–¿Espera una reacción de otros gobiernos de la región?

–Espero que esta situación despierte la conciencia de los líderes de Latinoamérica, que hasta ahora se conformaban con saber que había habido elecciones en Venezuela y pensaban que el problema no saldría de nuestras fronteras, pero como lo han visto con la crisis de la frontera con Colombia, el régimen agrede por igual y es una amenaza para la convivencia democrática de la región.

–¿Le ha transmitido algún líder latinoamericano que esté en el poder su apoyo tras conocer la sentencia?

–Sí, ha habido una reacción contundente de indignación de líderes latinoamericanos contra esta sentencia injusta. El presidente de Costa Rica Luis Guillermo Solís; los ex presidentes Andrés Pastrana y Álvaro Uribe de Colombia; el ex presidente Jorge Quiroga de Bolivia; los ex presidentes de Uruguay Luis Alberto La Calle, Julio María Sanguinetti, Jorge Batlle; de Chile, Ricardo Lagos, Eduardo Frei, Patricio Aylwin y la cancillería de Chile.

–¿Cuál es el legado que dejará este gobierno cuando lo echen?

–Es un «legado» de ineficiencia, corrupción, represión y ausencia de libertades. Por más que el régimen haya hecho una estrategia comunicacional para vender otra idea, la realidad es que los venezolanos nunca habíamos sido tan pobres materialmente y en términos de derechos y garantías.

–¿Cuál va a ser la estrategia de la oposición a partir de ahora?

–Unirnos en torno a la propuesta del cambio pacífico, constitucional y democrático. Nunca antes habíamos estado tan unidos como ahora, concentrados en el objetivo de cambiar este régimen que tanto daño nos ha hecho.

–¿Cree que Hugo Chávez habría sido tan duro con Leopoldo como lo ha sido Maduro?

–Hugo Chávez reprimió y persiguió a los que consideró sus adversarios, usando su poder para imponer decisiones judiciales como es el caso de los policías del 11 de abril, la inhabilitación política de Leopoldo de 2008, la persecución contra el líder sindical Carlos Ortega, contra el dirigente de oposición Manuel Rosales, contra la jueza María Lourdes Afiuni y contra muchas otras personas. Así que no tengo muchos elementos para juzgar que hubiese sido distinto.