La UE llega a un acuerdo histórico para la reforma de las normas de asilo con el rechazo de Hungría y Polonia

Los Veintisiete han llegado este jueves a un acuerdo histórico para la reforma de las normas de asilo europeas a través de un sistema de solidaridad a la carta. Esto significa que aquellos países que no quieren reubicar a los refugiados deberán pagar 20.000 euros por cada persona que solicite el asilo.

De esta forma, la UE pretende superar la dinámica de los últimos años tras la oleada de refugiados sirios del año 2015. Entonces la UE llegó a un acuerdo para un mecanismo de reparto obligatorio según cuotas que fue boicoteado sin descanso por los países del Este. AunquePolonia y Hungría se han seguido oponiendo a esta fórmula durante el debate de este jueves, el acuerdo ha sido tomado por mayoría cualificada.

Este dinero irá a parar a un instrumento común que ahora deberá ser diseñado por parte de la Comisión Europea. Se espera que las multas que paguen los países europeos por no reubicar a refugiados puedan utilizarse para ayudar a aquellos Estados de primera línea, encargados de tramitar las demandas de asilo y para mejorar el blindaje de las fronteras europeas y las repatriaciones de los migrantes ilegales cuyas solicitudes de asilo hayan sido denegadas.

Otro de los focos de oposición al acuerdo alcanzado este jueves era precisamente cómo agilizar las repatriaciones para que la carga no recaiga en los países de llegada del Sur de Europa. Italia quería que los migrantes pudieran ser devueltos a aquellos países por los que haya transitado y considerados “seguros” según los criterios internacionales. Finalmente, los Veintisiete han aprobado que deba existir un vínculo entre el migrante y el país al que sea repatriado, aunque se trate tan sólo de un establecimiento temporal antes de llegar a suelo europeo. Además, esta acuerdo pretende agilizar los procedimientos en la concesión de asilo para evitar que los trámites se dilaten innecesariamente.

Desde el año 2015, el tema migratorio se convirtió en un debate “tóxico”, según ha reconocido este jueves la comisaria de Interior Ylva Johansson. Con el acuerdo alcanzado este jueves se pretende poner fin a años de duras disputas, si bien ahora este pacto alcanzado por las capitales debe ser negociado por la Eurocámara durante la presidencia española que comienza el 1 de julio.