Guerra en Siria

Los cien yihadistas españoles de la guerra en Siria

Oriente Medio se ha convertido en un foco de atracción de los terroristas y una fuente de inestabilidad global

MÁS MUJERES. Los cabecillas utilizan a las mujeres para sortear a los servicios de inteligencia. En la imagen, mujeres que combaten en Siria
MÁS MUJERES. Los cabecillas utilizan a las mujeres para sortear a los servicios de inteligencia. En la imagen, mujeres que combaten en Sirialarazon

Las Fuerzas de Seguridad calculan que un millar de yihadistas de origen europeo combaten en la actualidad en Siria, enrolados en los grupos que tratan de derrocar al régimen de aquel país.

Las Fuerzas de Seguridad calculan que un millar de yihadistas de origen europeo combaten en la actualidad en Siria, enrolados en los grupos que tratan de derrocar al régimen de aquel país. De ellos, entre 50 y 100 pueden ser de origen español, principalmente de Ceuta y Melilla, aunque también los hay de distintas zonas de la península, en especial del litoral mediterráneo. La cifra exacta es muy difícil de determinar ya que se mueven dentro de la mayor clandestinidad. Con ser un problema para nuestro país, ya que estos individuos, con una gran experiencia en técnicas de combate y de terrorismo, pueden volver a sus puntos de origen en cualquier momento (sobre todo por la marcha del conflicto en la que se creía una fácil victoria de los yihadistas, comandados por los grupos más próximos a Al Qaeda, se ve ahora como prácticamente imposible) el país que se enfrenta a una situación que puede ser realmente peligrosa, por el retorno de estos individuos, es Marruecos. Según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto, se calcula que unos 700 muyahidines de esta nacionalidad se encuentran en el frente sirio y constituyen, aunque su regreso se realizará de forma progresiva, una amenaza de primer nivel, que afecta, lógicamente, a España, por la permanente reivindicación que hace el yihadismo de Ceuta y Melilla y de Al Andalus en general. Los últimos llamamientos del líder de Al Qaeda Central (AQC), Ayman al Zawahiri, para que los muyahidines cometan atentados en sus lugares de origen (además de que cesen los enfrentamientos entre los distintos grupos que combaten en Siria) no han pasado inadvertidos a los expertos antiterroristas, que temen que muchos de estos individuos, cansados de una guerra que saben que no van a ganar, decidan hacer caso a su líder máximo y lleven su extremismo a las zonas que ya conocen y en las que se mueven con mucha más facilidad. Hasta hace unas semanas, la vuelta de yihadistas de Siria a España no pasaba de ser una hipótesis con la que trabajaban las Fuerzas de Seguridad. Sin embargo, el pasado día 5, en una operación conjunta del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil, fue detenido, en el aeropuerto de Málaga el español de origen magrebí Abdeluahid Sadik Mohamed, que perteneció a la banda criminal Estado Islámico de Irak y Levante (ISIL), vinculada a Al Qaeda. En este caso, la colaboración entre los distintos Servicios de Información occidentales funcionó perfectamente y se evitó que pudiera llegar hasta Ceuta y, desde allí, probablemente a Marruecos. Abdeluahid Sadik Mohamed, que había partido de Casablanca el 2 de mayo de 2013, llegó a Siria a través de la frontera turca. En territorio sirio se integró en los campos de entrenamiento del ISIL. Durante su integración en esta organización terrorista, formó parte de las facciones ubicadas tanto en Irak como en Siria. Abdeluahid Sadik Mohamed formaba parte de la red hispano-marroquí de envío de yihadistas a Siria que fue desarticulada parcialmente el pasado 21 de junio, con el balance de 10 yihadistas ingresados en prisión. Toda esta red estaba apoyada por un grupo de personas, asentadas entre Ceuta y Fnideq (Marruecos), que capta, adoctrina y financia los viajes de estos yihadistas. El problema de estos individuos radicalizados es que regresan con una «maleta» repleta de conocimientos, no sólo en tácticas de guerrilla urbana, sino de carácter técnico sobre el manejo de armas, confección de artefactos explosivos que colocan en coches o camiones bomba. Además de las acciones criminales que puedan perpetrar ellos, son potenciales adiestradores de otros yihadistas locales y pueden encargarse de la formación de células organizadas.

Expertos internacionales, como el jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) estadounidense, James Clapper, han advertido recientemente de que la guerra de Siria se ha convertido en «gran foco de atracción» para los yihadistas, a lo que hay que unir el peligro que supone todo lo que está ocurriendo en el inestable Sahel africano. Clapper cifró en más de 1.600 grupos rebeldes los que luchan contra el régimen del rais Bachar al Asad, lo que representa entre 75.000 y 110.000 combatientes, de los cuales 26.000 son de los considerados más extremistas. La cifra total de extranjeros, de alrededor de 50 países, es de unos 7.000.