Argentina

Los cuadernos de un chófer revelan la red de sobornos de los Kirchner

Un juez cita a la ex presidenta argentina como investigada en una causa por cohechos millonarios

La ex presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner volverá a sentarse en el banquillo / Efe
La ex presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner volverá a sentarse en el banquillo / Efelarazon

Un juez cita a la ex presidenta argentina como investigada en una causa por cohechos millonarios.

La ex presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner deberá declarar el próximo 13 de agosto en una causa que investiga supuestos sobornos millonarios y por la que una decena de empresarios y ex funcionarios fueron detenidos en la madrugada de ayer. Es lo que la prensa local ya ha bautizado como: «Alí Baba y los 40 ladrones», pero en versión peronista. En cualquier caso no hay «cueva» ni paraíso fiscal que esconda los 160.000 millones de dólares que faltan de las arcas públicas, perdidos en un complejo laberinto de malversación de fondos.

La espada de Damocles se cierne sobre la viuda peronista, acusada de tejer un entramado de corrupción, junto a su difunto esposo y ex presidente Néstor Kirchner, de proporciones millonarias. La ex mandataria (2007-2015) y actual senadora deberá comparecer ante el juez federal Claudio Bonadio –la nueva bestia negra del kirchnerismo.

«La hipótesis que se investiga es la de asociación ilícita», declaró a Radio La Red –una emisora porteña– el fiscal de la causa, Carlos Stornelli. Bonadio ordenó ayer el arresto de diez personas, entre ellas Roberto Baratta, ex secretario de coordinación del ex ministro de Planificación Federal Julio de Vido, encarcelado en una causa por supuesta corrupción.

También fueron detenidos los empresarios Gerardo Ferreyra, de Electroingeniería, y Javier Sánchez Caballero, de Iecsa, compañías constructoras que ganaron licitaciones durante la gestión de De Vido. Otro detenido fue Rafael Llorens, ex subsecretario legal de Planificación Federal. No se ha aclarado si la citación a Kirchner es en calidad de testigo o imputada. El fiscal Stornelli indicó que el caso se encuentra bajo secreto de sumario.

Mochilas con dinero

Los arrestos se produjeron tras la declaración de la ex esposa del chófer de Baratta, también detenido, sobre supuestos traslados de bolsos con dinero al ministerio. El mismo chófer, Óscar Centeno, podría acabar declarando como testigo protegido. Ayer mismo, el fiscal se lo ofreció a cambio de una reducción de la condena. Lo curioso del caso es que Centeno llevó durante años un detallado registro del recorrido de las mochilas con dinero, presuntamente proveniente de los sobornos millonarios que algunas constructoras, entre otras empresas, pagaron al Ministerio de Planificación durante la era kirchnerista. Precisamente, el juez citó a CFK porque su domicilio en la capital argentina, la Quinta de los Olivos, está señalado como destino de una de las supuestas entregas, según consta en las anotaciones aportadas al juez donde se detallan los movimientos de dinero. Según contó en exclusiva el diario «La Nación», Centeno escribió ocho cuadernos en los que registró durante casi diez años los recorridos que realizaban las bolsas de dinero. El chófer dejó constancia de los días, horas, nombres y la cantidad de los sobornos.

También fueron citados a declarar el ex jefe de gabinete Juan Manuel Abal Medina, el ex secretario general de la Presidencia Oscar Parrilli y otros ex funcionarios de Kirchner que aparecen en las anotaciones.

La causa la lleva Bonadio, juez a quien Kirchner intentó destituir por mal desempeño mientras ejercía la presidencia. La salida del poder de Kirchner ha facilitado que la Justicia argentina lleve a cabo investigaciones que involucren a su equipo de Gobierno y a ella misma. Así, en este momento son seis las causas instruidas sobre la labor de la ex presidenta: en tres de ellas (incluida la de la AMIA) Fernández de Kirchner ha sido procesada, en otra ha sido elevada a un juicio oral y las dos restantes se encuentran aún en proceso de investigación.

Sin embargo, Cristina Fernández goza de fuero de inmunidad al ser actualmente senadora. Para poder retirárselos, dos tercios de la Cámara tendrían que votar en su contra, algo complicado, y más teniendo en cuenta que está repuntando en las encuestas y podría tener opción de enfrentarse a Mauricio Macri en las presidenciales previstas para el año que viene. Los malos datos económicos y el retroceso sufrido por las clases más humildes y medias están apuntlando su candidatura.