Marta Torres

Los demócratas resucitan en Virginia y Nueva Jersey

En un desafío al presidente Donald Trump en su primer aniversario, los electores dan su confianza a la oposición en las elecciones a gobernador en ambos Estados.

Phil Murphy durante el mitin de victoria /Ap
Phil Murphy durante el mitin de victoria /Aplarazon

El Partido Demócrata de Estados Unidos ganó hoy las gobernaciones de Virginia y Nueva Jersey, las dos únicas en juego este año, justo en la víspera del primer aniversario de la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales.

El Partido Demócrata ganó las gobernaciones de Virginia y Nueva Jersey, las dos únicas en juego este 2017, justo en la víspera del primer aniversario de la victoria de Donald Trump en las presidenciales. En Nueva Jersey, feudo de Chris Christie, uno de los principales asesores de Trump en su campaña, el candidato demócrata, Philip Murphy, le arrebató la gobernación a los republicanos. Christie es gobernador desde 2010, pero esta vez no se presentó porque no podía presentarse para un tercer mandato. Murphy obtuvo el 55,6 % de los votos. Muy popular al principio de su mandato, Christie cayó en desgracia no sólo entre el electorado, sino también entre los políticos de su propio partido, lo que se puso de manifiesto la noche en la que el yerno de Trump consiguió deshacerse de él en una «vendetta» que venía de cuando Christie metió en la cárcel a su padre en su época de fiscal general del estado de Nueva Jersey. El conocido como Estado del Jardín se une a otros seis con demócratas en el control de los poderes Legislativo y Ejecutivo.

En Virgina, los demócratas mantuvieron la gobernación gracias a la victoria de su candidato, Ralph Northam, frente al republicano Ed Gillespie. Con el escrutinio casi completo, Northam obtuvo un 53,6% de los votos por un 45,2% de Gillespie, que se había alejado de Trump para mostrar un perfil moderado en un Estado en el que los demócratas se han ido fortaleciendo en las últimas décadas. Pese a ese distanciamiento, Gillespie protagonizó una campaña marcada por el rechazo a la inmigración ilegal.

«Hoy Virginia nos ha dicho que terminemos con las divisiones, que no condonemos el odio y el fanatismo, que demos fin a los políticos que rompen este país», declaró Northam durante su discurso en la Universidad George Mason después de conocerse su victoria. Northam, un candidato aburrido, excedió las expectativas en la carrera, donde consiguió ganar el favor del electorado en zonas donde no hay mucha lealtad a su partido. Su victoria hace preguntarse si el discurso populista que Trump ha convertido en hbaitual funciona sin él.

Northam le evita con su victoria la vergüenza a los demócratas. Pero todavía quedan sin resolverse las grandes preguntas. ¿Dónde están los líderes que deben guiar al partido? ¿Qué va a hacer el ex presidente Barack Obama y Joe Biden? ¿Cómo piensan recuperar el Capitolio y la Casa Blanca? Sus resultados también hacen preguntarse a los republicanos cuánta distancia deben mantener de su líder y presidente de EE UU. Al otro del río Hudson, el alcalde Bill de Blasio ganó un segundo mandato en las elecciones de Nueva York en una esperada victoria, asentada sobre el crecimiento económico, el bajo índice de crimen y la debilidad del Partido Republicano en la ciudad. En su primer discurso como alcalde reelecto avisó de que sólo acaba «de empezar» y que su victoria marca el «comienzo de una nueva era». De Blasio, de 56 años, alineado con las posturas progresistas del Partido Demócrata, es el primer representante de ese partido que es reelegido para el cargo después de Ed Koch, que tuvo tres mandatos (1978-1989). En Boston, el demócrata Martin J. Walsh también fue reelegido con comodidad. El alcalde obtuvo el 66% de los votos, frente al 34% de su rival republicano, Tito Jackson.

A través de Twitter, Trump, que está en Corea del Sur, reaccionó a la derrota de Gillespie: «Ed Gillespie trabajó duro, pero no me abrazó a mí ni lo que yo defiendo». Pese a las derrota en Virginia y Nueva Jersey, Trump aseguró que los republicanos «seguirán ganando, incluso más que antes». «Que nadie lo olvide, los republicanos ganaron cuatro de cuatro asientos en la Cámara, y con la economía con números récord, vamos a seguir ganando, a ganar más grande que antes», escribió.

Estas elecciones se celebraron en la víspera del primer aniversario de la inesperada victoria de Trump y se consideraban un termómetro de su gestión. Los republicanos siguen con un poder territorial nunca antes visto con 33 de las 50 gobernaciones, mientras que los demócratas tienen 16.