Burundi

Los enfrentamientos continúan en Burundi y el presidente pide calma

El General Mayor, Godefroid Niyombare, durante su comunicado por radio a la nación
El General Mayor, Godefroid Niyombare, durante su comunicado por radio a la naciónlarazon

Los intensos enfrentamientos entre militares golpistas y los leales al Gobierno continúan hoy en el centro de la capital de Burundi, mientras que el presidente, Pierre Nkurunziza, pide calma desde fuera del país e insiste en el fracaso del golpe de Estado anunciado ayer por los militares. "Pido a todos los burundeses que mantengan la calma en esta clara impostura. La situación está bajo control y el orden constitucional será salvaguardado", afirmó hoy Nkurunziza a través de su perfil oficial en Twitter.

El mandatario permanece en Tanzania, donde se encontraba ayer para participar en un reunión de los líderes de la Comunidad Económica de África del Este (EAC), según confirmaron a Efe fuentes aeroportuarias.

Nkurunziza intentó ayer regresar a Burundi tras el intento golpista, pero su avión tuvo que regresar a Tanzania porque el Ejército cerró el aeropuerto y las fronteras del país.

Mientras, esta mañana se han registrado enfrentamientos en Buyumbura entre militares golpistas y partidarios de Nkurunziza que luchan por el control de la radiotelevisión nacional RTNB, según informaron medios locales.

La radio privada Bonesha, que también retransmitió el discurso del general Godefroid Niyombare en el que anunciaba la deposición del presidente, fue atacada anoche con artillería, aunque se desconoce el responsable del ataque.

El comisionado de la Policía y portavoz del autoproclamado Comité para la restauración de la Concordia Nacional, Zenon Ndabaneze, afirmó que no quieren "un baño de sangre", pero que actuarán si es necesario.

La confusión reina en Burundi, donde incluso el Ejército burundés está dividido entre partidarios del régimen oficial de Nkurunziza y los del golpe de Estado.

A última hora de ayer, el Jefe de Estado Mayor del Ejército, Prime Niyongabo, aseveró en un discurso radiofónico que el golpe había sido frustrado, y pidió a los rebeldes que depusieran las armas.

Tras conocerse ayer el anuncio de la destitución del presidente, cientos de burundeses salieron a la calle para celebrarlo, aunque hoy los ciudadanos todavía permanecen en sus casas.

Durante las últimas dos semanas, al menos 20 personas han muerto en las protestas contra las aspiraciones del presidente a presentarse a un tercer mandato, algo que, según la oposición, prohíbe la Constitución burundesa.

La candidatura de Nkurunziza ha suscitado grandes temores en gran parte de la población burundesa -pertenecientes fundamentalmente a los tutsi, etnia minoritaria del país- que apenas hace una década salió de una guerra civil (1993-2005).