Relaciones internacionales

Los frutos del eje Washington-Pekín

Xi Jinping/Ap
Xi Jinping/Aplarazon

El presidente de China, Xi Jinping, fue el primer líder internacional en mostrar su satisfacción por el incipiente acercamiento entre Trump y Kim tras un año de escalada de tensión que puso en jaque la seguridad internacional. El mandatario estadounidense y su homólogo chino mantuvieron ayer una conversación telefónica, según filtró la agencia Xinhua, en la que Xi animó a Trump a comenzar cuanto antes este diálogo del que espera «resultados muy positivos».

El papel de Pekín en la crisis con Pyongyang es clave. Es más, diplomáticos estadounidenses y japoneses han criticado el doble rasero de China a la hora de implementar las sanciones económicas contra el régimen Juche para frenar su desarrollo balístico y nuclear. Pekín es el principal, sino el único, «padrino» de Kim Jong Un y su tibieza para implementar las sanciones de la ONU ha hecho «que éstas no hayan conseguido los efectos deseados como sí ocurrió con Irán, que tras la asfixia económica se vio obligada a negociar», asegura Kunihiko Miyake, director del «think tank» The Cannon. Además, desde Japón hacen hincapié en el fenómeno de los «ship to ship cargo transfer», es decir los intercambios de mercancías en aguas internacionales y que han servido de salvavidas a la economía norcoreana. «Xi ha hecho un esfuerzo en los últimos meses en esta materia», reconocen diplomáticos nipones. De hecho, Pekín se sumó sin excusas a la última ronda de sanciones de la ONU y cerró las 120 empresas norcoreanas en territorio chino. Una decisión que podría haber tenido un peso sobresaliente en el deshielo y la apertura hacia una solución diplomática por parte de Kim. El 90% del comercio de Corea del Norte se produce con China, de ahí la vital relevancia de la implicación de Pekín en esta negociación.

La bipolar relación entre Trump y Xi también se ha puesto en evidencia tras las reiteradas negativas del estadounidense de frenar las maniobras militares conjuntas con Corea del Sur, una condición exigida por Kim. El problema aquí es que Trump solo entiende de relaciones bilaterales, no sabe lo que es la multilateralidad y eso puede ser problemático», sentencia Shin Kawashima, profesor de la Universidad de Tokio.