Política

Guerra en Siria

Los inspectores de la ONU vuelven al país para reunir más datos

La Razón
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Los inspectores de la ONU comenzaron ayer una nueva misión en Siria para completar su investigación sobre el empleo de armas químicas durante el conflicto en ese país, cuyas autoridades han prometido poner su arsenal bajo control internacional. Casi un mes después del término de su anterior visita a Siria, los expertos llegaron a Damasco para una estancia de cuatro días, en la que se reunirán con responsables del Ministerio sirio de Asuntos Exteriores. Según informó a Efe una fuente de Naciones Unidas, en esta breve estancia el equipo, encabezado por el científico sueco Ake Sellström, no comprobará ni verificará el arsenal químico del régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, sino que analizará con el Gobierno sirio asuntos «técnicos y logísticos». En la siguiente visita, a finales de la próxima semana, los inspectores planean recoger pruebas sobre un supuesto ataque con armas químicas el 19 de marzo en la localidad de Jan al Asal, en la provincia septentrional de Alepo, que fue tomada por los rebeldes en julio.

Mientras tanto, Washington y Moscú siguen negociando un acuerdo para llevar a la ONU un borrador de resolución sobre el desarme químico del régimen de Asad. En este sentido, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, y su homólogo ruso, Sergei Lavrov, sostuvieron una «reunión constructiva» en Nueva York para lograr un acuerdo vinculante sobre el desarme que incluya «consecuencias» si Damasco no cumple. Sin embargos, las diferencias aún impedían al cierre de esta edición un acuerdo. La delegación rusa ante la ONU desmintió anoche que los cinco países permanentes del Consejo de Seguridad (Rusia, Estados Unidos, Reino Unido, Francia y China) hubieran alcanzado un principio de acuerdo sobre una resolución que plasme el plan de desarme. Pese a lo afirmado previamente por fuentes diplomáticas a la agencia de noticias Reuters, un portavoz de la representación rusa en Naciones Unidas aclaró que se trata sólo de «deseos». «No es una realidad. El trabajo para redactar una resolución todavía continúa», añadió. Los ministros de Exteriores de los cinco miembros permanentes se reunieron ayer con el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, sin que haya trascendido ningún compromiso sobre el borrador.