África
Los islamistas confirman la muerte del soldado francés que capturaron en Somalia
La milicia islamista somalí Al Shabab confirmó hoy la muerte de un soldado francés que fue herido y capturado en la fracasada operación del pasado fin de semana para liberar al rehén galo Denis Allex, secuestrado en Somalia desde julio de 2009.
El uniformado francés fue capturado por los rebeldes pero murió como resultado de varias heridas "graves"de bala, "pese a los esfuerzos del equipo médico"rebelde, precisó en un comunicado el portavoz de misiones militares de Al Shabab, Abdi Asiis Abu Musab, sin dar más detalles.
En la nota, publicada en una página de internet pro Al Shabab, el portavoz reiteró que el rehén sigue con vida.
El pasado sábado, la milicia radical islámica ya aseguró que Allex estaba vivo y que su suerte se decidiría en los próximos días, aunque el ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, dijo ese día que "todo apunta a que fue asesinado por sus secuestradores".
En la operación emprendida por Francia en la madrugada del viernes al sábado, murió otro soldado francés y 17 terroristas, según el Gobierno galo.
El rehén era agente de la Dirección General de la Seguridad Exterior (DGSE) y, en el momento de su secuestro en Mogadiscio, participaba en una misión de apoyo al Gobierno de transición somalí.
Allex es uno de los nueve franceses secuestrados en África, de los cuales cinco están en Níger, dos en Mali y otro en Nigeria, y la mayoría de ellos en manos del grupo terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).
Tras su secuestro, el agente de la DGSE apareció en dos ocasiones en sendos vídeos emitidos por páginas web islamistas, en las que reclamaba la ayuda del presidente francés, François Hollande, y pedía que Francia cesara su apoyo al Gobierno de Somalia.
Al Shabab, que anunció en febrero de 2012 su unión formal a la red terrorista Al Qaeda, lucha para instaurar un Estado islámico de corte wahabí en Somalia.
La Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM), el Ejército somalí, las Fuerzas Armadas etíopes y varias milicias pro gubernamentales combaten a los integristas islámicos.
Aunque las tropas aliadas arrebataron el pasado septiembre a Al Shabab su mayor bastión, la ciudad costera sureña de Kismayo, los radicales aún controlan buena parte del centro y el sur de Somalia, donde el frágil Ejecutivo del país no ha impuesto su autoridad.
Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un Gobierno efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, señores de la guerra y bandas de delincuentes armados.
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