Política

Reino Unido

Los laboristas insisten en unas elecciones anticipadas

Corbyn no quiere un segundo referéndum

Jeremy Corbyn, en una imagen de archivo / Efe
Jeremy Corbyn, en una imagen de archivo / Efelarazon

Corbyn no quiere un segundo referéndum.

La humillación que ha supuesto para Theresa May la cumbre de Salzburgo no puede llegar en peor momento. En apenas dos semanas, el Partido Conservador, en plena guerra civil, celebra el que será el último congreso anual antes del Brexit. Y ahora que la UE ha rechazado el Plan de Chequers, la «premier» se queda sin argumentos para defender que es la persona más adecuada para seguir a cabo con las negociaciones. Si los «tories» más euroescépticos no apoyan el plan, la oposición laborista tampoco lo acepta y ahora desde Bruselas le dan también la espalda, ¿qué margen de maniobra queda a la primera ministra a tan sólo seis meses de que el país tenga que abandonar el club comunitario?

Los «tories» más euroescépticos podrían aprovechar la ocasión para retar a May e intentar poder convertir en líder a Boris Johnson, que apuesta por un Brexit duro y en julio dimitió como ministro de Exteriores al no compartir la postura de la «premier». En este sentido, la oposición laborista no va a desaprovechar el caos en el que se encuentran los «tories» y en el congreso anual que la formación comienza en Liverpool este domingo se presentará como una alternativa de Gobierno. En los últimos días se ha incrementado la presión sobre Jeremy Corbyn para que acepte defender un nuevo referéndum sobre el Brexit, una opción por la que apuestan pesos pesados del partido, entre ellos, el popular alcalde de Londres Sadiq Khan. Pero Corbyn, de momento, no se pronuncia y prefiere demandar unas elecciones generales adelantadas. La postura oficial de los laboristas respecto a la salida de la UE ha sido hasta ahora la de asegurar que si estuvieran en el poder continuarían cumpliendo el mandato del referéndum de 2016, pero pedirían a Bruselas una extensión del plazo de la negociación más allá de marzo de 2019.

Ante el desplome de la libra y el peligro de un Brexit caótico, el presidente del Consejo, Donald Tusk, decidió dar ayer un paso al frente y responder a May con un rotundo comunicado. Una mano tendida, pero a la vez una seria advertencia. Según Tusk, la posición británica durante la cumbre de Salzsburgo «fue sorprendentemente dura y de hecho inflexible». Por eso, Tusk recordó la postura de los 27 antes de la cumbre: Reino Unido debe presentar una nueva propuesta sobre la frontera entre las dos Irlandas, a pesar de los avances en otros capítulos como la cooperación en la Defensa y la seguridad.