Arquitectura

Los parlamentarios británicos tendrán que abandonar Westminster seis años por obras

En 2015, una comisión independiente encontró restos de amianto en la fachada del edificio, un material muy utilizado en la construcción siglos atrás y cuya uso está prohibido desde 2005 en la Unión Europea

Palacio de Westminster
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En 2015, una comisión independiente encontró restos de amianto en la fachada del edificio, un material muy utilizado en la construcción siglos atrás y cuya uso está prohibido desde 2005 en la Unión Europea

Los parlamentarios de Reino Unido no podrán continuar con su actividad legislativa en el Palacio de Westminster, en Londres, porque el histórico edificio va a ser sometido a unas obras de rehabilitación durante los próximos seis años, según ha anunciado este jueves una comisión parlamentaria.

El emblemático edificio, situado a la orilla del río Támesis en Londres, ya fue renovado a mitad del siglo XIX a raíz de un incendio. No obstante, desde entonces, las infraestructuras eléctricas y mecánicas del palacio no han vuelto a ser restauradas.

En 2015, una comisión independiente encontró restos de amianto en la fachada del edificio, un material muy utilizado en la construcción siglos atrás y cuya uso está prohibido desde 2005 en la Unión Europea. Numerosos estudios han demostrado que el amianto es una sustancia tóxica para los seres humanos y puede producir diversas enfermedades, como cáncer.

Además de los restos de amianto, los expertos restauradores de la comisión descubrieron numerosas averías en las cañerías del palacio, goteras en los techos, madera en mal estado y daños en las esculturas de la fachada.

"Existe un riesgo sustancial y progresivo de que se produzca una catástrofe, como puede ser un incendio, o de que vaya aumentando el número de averías en infraestructuras esenciales, que a la larga provocarían que los parlamentarios de nuestro país no pudieran celebrar sus sesiones", ha explicado la Comisión Conjunta sobre el Palacio de Westminster en un comunicado.

La comisión fue creada con el objetivo de estudiar y analizar las posibilidades de reforma del palacio de Westminster. "A no ser que se ponga en marcha un plan de renovación sustancial en los próximos meses, es muy probable que el edificio se vulva inhabitable", ha añadido el órgano parlamentario.

Los expertos de la comisión han estado analizando durante más de un año las distintas posibilidades de renovación para el palacio: desde un plan de construcción de seis años, más intensivo y que exigía que los parlamentarios se mudasen fuera del edificio, a una alternativa que no requería trasladar a los políticos británicos, pero que iba a tardar más de 32 años en completarse.

La comisión se ha decantado por la primera opción, ya que entre otras cosas, es mucho más barata para el Gobierno británico: 3.200 millones de libras (3.780 millones de euros) en vez de las más de 6.000 millones (7.090 millones de euros) que hubiera costado el plan alternativo. El siguiente paso a seguir es establecer una autoridad pública, para que comience a realizar un presupuesto y un plan de obra detallado.

La comisión parlamentaria también ha anunciado este jueves que mientras se lleven a cabo los trabajos de construcción, la Cámara de los Comunes deberá trasladarse fuera de Westminster. Los parlamentarios británicos celebrarán sus sesiones en el edificio de al lado, donde se encuentra en Departamento de Sanidad de Reino Unido.

Además de ser uno de los edificios más famosos del mundo y todo un símbolo de Londres, el Palacio de Westminster incluye el famoso Big Ben. El palacio no es una construcción única sino que está conformado por una serie de edificios que han sido añadidos a lo largo de los siglos. El más antiguo, Westminster Hall, data de 1.099, y todavía es utilizado por miles de funcionarios cada día.

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