Los riesgos de la transición egipcia

Los eventos que han ocurrido en Egipto durante los últimos meses indican cuan peligroso puede ser el camino de los países árabes en transición hacia la democracia. Aunque el presidente islamista Mohammad Morsi había ganado las elecciones de manera transparente y regular, su gestión de los asuntos del país ha sido desastrosa. El golpe de estado del Ejército egipcio se puede explicar por muchas razones. Una de ellas tiene que ver con su voluntad de apoyar a la parte de la población que no podía aguantar más las políticas del gobierno islamista.

Pero los eventos que han tenido lugar en Egipto demuestran también que los procesos de transición hacia un sistema democrático a menudo vienen acompañados de un papel fuerte del Ejército. Al mismo tiempo, no deberíamos olvidar que la mala gestión islamista no significa que los egipcios se hayan convertido en una población liberal y anti-islamista. La mayoría de los egipcios viven en zonas rurales y conservadoras que no tienen nada que ver con el "modernismo de tipo occidental"que se pude ver en la plaza Tahrir. En las últimas elecciones legislativas, la mayoría de los egipcios habían optado por partidos islamistas, así como por partidos salafistas. Ahora los salafistas quieren aprovecharse de los eventos para obtener más poder. Saben que tienen una basa popular importante y que podrían recuperar una parte del electorado islamista.

Una parte de los observadores de la región temían que la primavera árabe podría transformarse en un invierno islamista. Aunque todavía parece exagerado pensar esto, el caso de Egipto nos enseña que la democracia siempre tiene sus riesgos y sus posibles fracasos. La intervención del Ejército tiene pocas posibilidades de aportar una solución positiva a la situación. El mejor escenario sería la convocatoria de nuevas elecciones y la aceptación por parte del pueblo de sus resultados. No obstante, los riesgos de una islamización más pronunciada permanecen. Si no se organizan nuevas elecciones cuanto antes, sólo quedararía la opción de la institución de un nuevo régimen autoritario militar que provocará más inestabilidad social y más polarización nacional.