Dinamarca

Los socialdemócratas encabezarán un Gobierno en minoría en Dinamarca

Mette Frederiksen se convertirá este jueves en primera ministra tras cerrar un pacto con otros tres partidos de izquierdas

Mette Frederiksen, candidata del partido socialdemócrata a la presidencia de Dinamarca
Mette Frederiksen, candidata del partido socialdemócrata a la presidencia de Dinamarcalarazon

Mette Frederiksen se convertirá este jueves en primera ministra tras cerrar un pacto con otros tres partidos de izquierdas

Tras tres semanas de intensas negociaciones, los socialdemócratas formarán un Gobierno en minoría tras cerrar un acuerdo de legislatura con otros tres partidos de centro izquierda (social liberales, socialistas y rojiverdes). Así, Mette Frederiksen, que anunciará mañana jueves la composición de su Ejecutivo, se convertirá, a sus 41 años en la primera ministra más joven de la historia de Dinamarca. Los 48 diputados socialdemócratas, unidos a los de sus tres socios, contarán con mayoría absoluta en el “Folketing” Parlamento.

“Con gran placer puedo anunciar que, después de tres semanas de negociaciones, contamos con una mayoría para formar un nuevo Gobierno”, anunció la líder socialdemócrata tras reunirse con la reina Margarita en el palacio de Amalienborg. Pese a su pacto progresista, Frederiksen no cerró la puerta a colaborar con otros fuerzas del arco parlamentario para acabar con la tradicional política de bloques. “Otras partes son bienvenidas para llegar a acuerdos y también están invitadas a la negociación política”, expresó.

En el acuerdo de 18 páginas firmado la noche del martes, los cuatro partidos de centro izquierda anuncian una ambiciosa agenda medioambiental, más inversiones en sanidad, el fin de los recortes en educación y algunos cambios en la dura política migratoria del Gobierno liberal conservador saliente. “Es un documento político que, como uno de los primeros en el mundo, eleva las ambiciones verdes. Haremos un plan climático, una ley climática vinculante y reduciremos las emisiones de gases de efecto invernadero en un 70%” en 2030, con respecto a los niveles de 1990, dijo Frederiksen en una rueda de prensa en Copenhague.

Aunque la líder socialdemócrata mantiene su prometida mano dura contra la inmigración que le hizo ganar las elecciones del 5 de junio, acepta ciertas concesiones a sus socios. Así, entierra el proyecto del anterior Gobierno de confinar a los delincuentes extranjeros en la inhabitada isla báltico de Lindholm y apoyará la llegada de mano de obra cualificada al país nórdico. Asimismo, el nuevo Ejecutivo socialdemócrata mejorará las condiciones de las familias con niños cuya solicitud de asilo ha sido rechazada y aceptará de nuevo a refugiados a través del sistema de cuotas fijado por la ONU.

“Se mantiene la línea general en política de extranjería. Todo lo relacionado con reagrupación familiar, bandas criminales, expulsión de delincuentes, acuerdos sobre ciudadanía y cambio de paradigma [el objetivo ya no es integrar a los refugiados, sino que vuelvan a su país] seguirá igual], reiteró Frederiksen, que durante los últimos cuatro años apoyó la legislación impulsada por el ex primer ministro Anders Lokke Rasmussen.

Sin embargo, las explicaciones de la futura primera ministra no convencieron al ultraderechista Partido Popular Danés (DF), que fue el gran perdedor de la pasadas elecciones al perder más de la mitad de sus votos y ser relegado a la tercera posición. En opinión de la fundadora de la formación y presidenta del Parlamento durante la pasada legislatura, Pia Kjærsgaard, “no hay ninguna duda de que se ha abierto la puerta a que vengan más extranjeros a Dinamarca”.

Tras el cambio de Gobierno en Copenhague, todos los países nórdicos menos Noruega están gobernados por la izquierda y en tres de los cinco por una mujer. Frederiksen se suma a la noruega Erna Solberg (conservadora) y a la islandesa Katrin Jakobsdottir (ecologista). Eso sí, Dinamarca es la excepción que confirma la regla en una región con una larga tradición de gobiernos de coalición. Rasmussen ya inició su legislatura con un Gobierno en minoría con solo 34 de los 179 diputados del “Folketing”.