Terrorismo yihadista
Los talibanes vuelven a atacar el aeropuerto de Karachi
Tras el espectacular asalto al aeropuerto internacional de Karachi, los talibanes atacaron ayer la Academia de las Fuerzas de Seguridad Aeroportuarias (ASF) de esta megaurbe, al sur de Pakistán. El ataque comenzó de mañana, cuando un grupo de entre tres y cuatro hombres en motocicleta dispararon contra las instalaciones de la ASF y huyeron ante la llegada de Fuerzas de Seguridad y los «rangers», con quienes intercambiaron disparos. Esta vez el ataque en las inmediaciones del aeropuerto no causó víctimas, pero sí forzó la suspensión temporal de los vuelos y la intervención del Ejército, que tuvo que desplegarse para proteger las instalaciones aeroportuarias. Las televisiones locales mostraron imágenes de soldados rodeando y tomando posiciones alrededor de la ASF.
Es el segundo ataque en menos de dos días reivindicado por el principal grupo talibán del país, el TTP. Ayer fueron hallados otros siete cuerpos tras el asalto en la medianoche del domingo al lunes al mismo aeropuerto, el más grande de Pakistán, por lo que el saldo final suma 38 muertos, entre ellos los doce asaltantes. Los cadáveres se encontraban en un almacén de productos donde, según parece, las víctimas habían buscado refugio para huir de la matanza. Según fuentes de la morgue, los cadáveres estaban abrasados, por lo que tuvieron que ser identificados mediante el ADN. Además, un miembro del servicio de seguridad del aeropuerto continúa desaparecido, según ha declarado el ministro de Sanidad del Estado de Sindh, Saghir Ahmed.
Como respuesta a este asalto, las Fuerzas Aéreas paquistaníes lanzaron a primera hora de ayer una serie de bombardeos contra la región tribal de Khyber, en el noroeste del país, que, según la versión oficial, acabaron con la vida de 25 insurgentes. Según el Ejército, las incursiones tuvieron lugar en el Valle de Tirah, donde los cazas destruyeron una decena de refugios de los «terroristas». Con éste, la aviación paquistaní retoma los bombardeos en las áreas tribales fronterizas con Afganistán. En mayo llevó a cabo otra incursión en Waziristán del Norte, con 75 muertos, y en abril otras 37 personas perdieron la vida en la región de Khiber. La presión del Ejército sobre el TTP se ha acentuado y ha obligado a la dirección de los yihadistas y a centenares de milicianos a buscar refugio en Afganistán. La semana pasada, representantes del Gobierno se reunieron con líderes tribales de la zona de Waziristán del Norte, el mayor bastión del TTP, para exigirles que expulsen a los talibanes y yihadistas extranjeros. Si no tienen éxito, será el Ejército el que efectuará una operación terrestre en la zona. Miles de habitantes han huido de la zona en previsión de esa ofensiva.
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