La amenaza yihadista

Los yihadistas españoles se pasan a las filas del Estado Islámico

Cientos de islamistas radicales han salido de Europa para engrosar las filas del Estado Islámico en Siria e Irak
Cientos de islamistas radicales han salido de Europa para engrosar las filas del Estado Islámico en Siria e Iraklarazon

La inmensa mayoría del medio centenar de españoles yihadistas que se encuentran en Siria e Irak militan ahora en el Estado Islámico (EI, antes ISIL), y los que se habían integrado en un principio en el Frente al Nusra, una de las franquicias de Al Qaeda Central (AQC), se han pasado también a la organización de Al Bagdadi al «considerar que sus principios son más puros, y, sobre todo, que tiene más armas y poder». Según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas, la pugna por el control del yihadismo internacional, entre el «califa Ibrahim», al frente del EI, y Ayman Alzawahiri, jefe de AQC, se libra de momento lejos de Europa y de otras naciones occidentales. Pero hay que mantener encendidas todas las alertas, sostienen las mismas fuentes.

A finales del pasado mes de agosto, el Frente al Nusra secuestó en los Altos del Golán a un numeroso grupo de cascos azules. Según AQC se trataba de una respuesta a la «conspiración» y a las «sanciones» de la ONU contra las brigadas suníes que combaten al régimen de Damasco. Se trataba, en realidad, de un golpe de fuerza como respuesta a la decapitación, por parte del Estado Islámico del periodista norteamericano James Foley. Hace unos días, el también informador norteamericano Steven Sotloff corrió la misma suerte. Al Zawahiri no ha tardado en anunciar esta misma semana la creación de una franquicia en India y el deseo de extenderse en el futuro por todo el continente asiático. «El subcontinente indio fue un día parte de las tierras de los musulmanes hasta que el enemigo hereje lo dividió en zonas», dijo en un vídeo Al Zawahiri, que pidió a los musulmanes de Burma, Bangladesh y Cachemira, entre otras zonas, que apoyen con dinero y armas a los yihadistas y se unan a la guerra santa. Unos, los más brutales, se apuntan a las acciones bárbaras y sanguinarias, y los otros, al menos por el momento, a secuestros espectaculares y a anuncios que no pasan de las palabras. De hecho, Al Zawahiri hizo público un extenso comunicado con una foto de los soldados retenidos y de sus carnés de la Fuerza de las Naciones Unidas. Pero los expertos, tal y como publicó LA RAZÓN en su día, consideran que estas dos partes en «conflicto» podrían llevar su particular pugna a Occidente, mediante el intento de cometer un atentado de grandes dimensiones.

Por eso, no es de extrañar, según han señalado fuentes conocedoras del asunto, que el Ministerio del Interior haya pedido a los agentes antiterroristas españoles encargados de combatir el yihadismo que redoblen el esfuerzo que ya están realizando. De momento, se mantiene el nivel de alarma que había al comenzar el Campeonato Mundial de Baloncesto. Tras los últimos acontecimientos protagonizados por el EI, con la decapitación de dos periodistas norteamericanos y la reciente cumbre de la Alianza Atlántica, los citados agentes han recibido la indicación de incrementar la atención para poder detectar cualquier indicio de infiltración yihadista en nuestro país. Se trata de una medida lógica, agregan las mismas fuentes, ya que entramos en la fase final del citado acontecimiento deportivo, en el que, entre otras naciones participan Estados Unidos y Francia, dos de las naciones en el objetivo de las bandas islamistas, como el EI o Al Qaeda para el Magreb Islámico (AQMI), que tras la operación desarrollada por el Ejército galo en Mali para combatir a fanáticos islamistas ha logrado reorganizar su cúpula.

Además, insisten, la pugna entre Al Qaeda central (AQC) y el Estado Islámico por hacerse con el control del yihadismo internacional ha puesto sobre el tapete un factor de riesgo adicional, ya que la tentación de cometer un atentado de grandes dimensiones –como muestra de capacidad de organización– figura entre los planes criminales de ambas bandas terroristas. Puede ser en cualquier lugar del mundo, pero los terroristas, como es habitual, siempre buscarán el mayor eco mediático. El papel que juega el medio centenar de yihadistas españoles en el EI es bastante importante, ya que la mayoría procede del Magreb, donde marroquíes han organizado unidades como Harakat Sham al Islam, formada por unos 1.000 individuos y que tienen en su país un líder propio. Junto a ellos, tunecinos y libios integran katibas (unidades de combate).

La posibilidad de que algunos de estos individuos puedan llegar a la cúpula del implantado «califato» entre Siria e Irak se considera muy remota. Cuando se trate de escoger a terroristas para acciones suicidas los que tienen más papeletas son los magrebíes o de otras zonas africanas próximas. El impulso del Estado Islámico tiene mucho que ver con una cuestión de liderazgo. Como en tantas ocasiones en la vida, las organizaciones terroristas se rompen por cuestiones personales y de protagonismo. El actual jefe del Estado Islámico (en periodo de formación mediante la conquista de tierras), Abu Bakr al Bagdadi, reconvertido ahora en el «califa Ibrahim», actuaba sin problemas a las ordenes de Al Qaeda Central, hasta que pretendió que el jefe del Frente al Nusra, Golani, estuviera a sus órdenes.

Al Zawahiri mandó un mediador, Mohamed Bahaia, alias Abu Khaled al Suri, pero murió hace unos meses en combate. A partir de ese momento Bagdadi decide, nunca mejor dicho, hacer la guerra santa o yihad por su cuenta para llegar a ser califa en lugar del número dos del califa. Se sitúa por encima de Al Zawahiri y funda el Estado Islámico con la pretensión de llegar a encabezar un califato mundial, cuya capital sería Córdoba. Al Andalus ha estado siempre en el imaginario de las organizaciones terroristas de corte islámico. Osama Bin Laden, el fundador de Al Qaeda, lo mencionaba frecuentemente en sus vídeos propagandísticos. E impone para que se le obedezca y tema la lógica del terror.

España se mantiene en el punto de mira de los yihadistas globales. Tal y como informó LA RAZÓN el pasado mes de julio, dos supuestos radicales islamistas emitieron un vídeo en el que reivindicaban Andalucía como parte del califato. En la grabación, investigada por la Policía española, se puede ver a uno de ellos asegurando en español lo siguiente: «Digo a todo el mundo, y aviso también, que estamos viviendo bajo la bandera islámica y vamos a morir por ella hasta que liberemos todas las tierras presas, desde Yakarta hasta Andalucía». «España es tierra de nuestros abuelos y vamos a liberarla con el poder de Alá», aseguró el supuesto yihadista.