Armas nucleares

Lukashenko confirma la llegada a Bielorrusia de las primeras armas nucleares rusas

La líder opositora Svetlana Tijanóvskaya advierte del peligro de que este tipo de material esté “en manos de un dictador loco”

La líder opositora bielorrusa en el exilio, Svetlana Tijanóvskaya, ha advertido a la comunidad internacional del peligro de que las armas nucleares rusas pasen a estar “en manos de un dictador loco”, en una clara alusión al presidente de su país, Alexandr Lukashenko.

El mandatario confirmó el martes en una entrevista con el canal estatal de noticias ruso Rossiya 1 que Bielorrusia ya había recibido los primeros “misiles y bombas”, pero “no todas” las armas comprometidas en marzo por el presidente ruso Vladimir Putin.

Tijanóvskaya ha denunciado la pasividad de los líderes políticos occidentales que, según su punto de vista, optan por permanecer “en silencio” ante el primer despliegue de armas nucleares tácticas fuera de Rusia desde el colapso de la URSS en 1991. Bielorrusia, de la misma forma que Ucrania y Kazajistán, renunció entonces a su arsenal nuclear a cambio de garantías de seguridad de la Rusia postsoviética y Occidente.

“No crea ninguna amenaza nueva para los países de la OTAN, por lo que no se lo toman en serio”, criticó Tijanóvskaya.

Estados Unidos y sus aliados europeos condenaron los planes del Kremlin, pero en el seno de la organización transatlántica mantienen la misma postura con respecto del uso de las armas nucleares estratégicas. Washington y el resto de las cancillerías europeas no tienen indicios de que Rusia se esté preparando para utilizar este tipo de armamento en Ucrania.

Sin embargo, Lukashenko amagó con utilizarlas ante posibles agresores: “Dios me libre de tener que tomar la decisión de utilizar estas armas. Pero no habrá dudas en caso de agresión contra nosotros”.

El presidente bielorruso, conocido como “el último dictador de Europa”, presumió del material cedido por el Kremlin. Según Lukashenko, las bombas rusas eran “tres veces más potentes” que las lanzadas por Estados Unidos sobre Hiroshima y Nagasaki en la Segunda Guerra Mundial.

“Las armas tácticas están bien, y el [sistema de misiles] Iskander recorre 500 kilómetros o más”, dijo sobre el lote de armas, que dijo necesitar para asegurarse “de que ni un solo soldado extranjero vuelva a pisar territorio bielorruso”.

Rusia, por su parte, ha garantizado que controlará los misiles tácticos desplegados en el territorio de su principal aliado, uno de los lugares desde los que lanzó en febrero del año pasado la invasión de Ucrania con la intención de tomar Kyiv.

Putin se reserva su uso. El presidente ruso ha esperado desde marzo a que estuvieran preparadas las zonas de almacenamiento para iniciar las labores de traslado. Ahora, Lukashenko presume de tener en Bielorrusia más hangares “que perros de aldea”.