Lukashenko y Putin estrechan su alianza militar

La residencia presidencial de Novo-Ogariovo, a las afueras de Moscú volvió ayer a convertirse en el lugar de encuentro entre Vladímir Putin y su homólogo bielorruso, Aleksander Lukashenko, recién llegado de Minsk para escenificar, una vez más, el dulce momento en el que se encuentran las relaciones entre ambos países. Lejos de la formalidad del Kremlin, el líder ruso ha querido imprimir cercanía invitando a su colega a esta casa en el campo convertida en su residencia principal desde la pandemia.

A día de hoy, el Kremlin puede constatar que Bielorrusia es su socio más fiable, después de ver cómo muchos de los países a los que le unían fuertes lazos le han ido dando la espalda desde que en febrero del año pasado lanzaran la “Operación Especial” contra Ucrania.

Los temas a tratar en dicho encuentro quedaban en un segundo plano tras constatarse que la sintonía entre Moscú y Minsk es total y sin fisuras. En la agenda, bendecir el incremento de los intercambios comerciales entre ambos países, que el año pasado alcanzaron la cifra récord de 43.000 millones dólares, y la ampliación de la cooperación industrial entre ambos, así como sentar las bases de una cumbre bilateral que podría celebrarse dentro de los próximos meses.

De fondo, cómo no, la campaña militar en Ucrania y la ayuda prestada por Lukashenko para que Rusia utilizara su territorio y sus recursos militares.

La última propuesta de Putin sería la de fabricar en Bielorrusia aviones de combate rusos, según reconocía Lukashenko. “Bielorrusia está lista, con un poco de apoyo técnico de la parte rusa, para lanzar la producción de aviones de combate", ha afirmado, agregando que las plantas armamentísticas de Bielorrusia producen ya hasta 1.000 componentes para aviones de pasajeros MC-21 y Superjet 100, reconociendo que hay al menos tres fábricas, dos militares y una civil, que fabrican componentes para aviación. Aunque Lukashenko anunció una futura producción del MiG-25 dentro de sus fronteras, es posible que hiciera referencia en realidad al avión de asalto Su-25, de la firma rusa Sukhoi.

El líder bielorruso también confirmó que su país cumplió en su totalidad los acuerdos de seguridad y defensa firmados con Rusia en 2022. «Todo lo que acordamos hace muy poco, hace tres meses, sobre defensa y seguridad, la parte bielorrusa lo ha cumplido, e incluso haciendo más», declaró Lukashenko. De igual forma se felicitó anunciando que los 28 programas de integración del Estado de la Unión que le vincula con Rusia y Kazajistán se han cumplido en casi un 80 por ciento, quedando sobre todo aquellos de carácter humanitario por ampliar su implementación.

El presidente Putin reconoció que ambos países estaban avanzando juntos, por ejemplo, preservando el sector industrial como legado de la Unión Soviética, que continúa “desarrollándose positivamente”. Tras su encuentro con la prensa, ambos líderes continuaron su reunión a puerta cerrada, tratando temas más delicados como los relacionados con Ucrania. Fue Aleksander Lukashenko el día de antes quien aseguró ante los medios que está preparado para organizar un encuentro en su país entre sus homólogos estadounidense y ruso, Joe Biden y Vladimir Putin, para negociar la paz en Ucrania. "Estoy listo para reunirme con el presidente de Estados Unidos", dijo el presidente bielorruso en una intervención ante medios extranjeros. "Si él (en referencia a Joe Biden) quiere detener la guerra lo recibiremos (...) Tenemos aeropuertos internacionales. Su Air Force One puede aterrizar aquí", convencido de que el presidente Putin asistiría también.

"Les garantizo que persuadiré al presidente Putin para que vuele a Minsk, para que nos sentemos y pensemos qué se puede hacer, o tal vez, si Biden está dispuesto, invitemos a Zelenski también. (...) Los rusos y yo garantizaremos un viaje seguro a Bielorrusia. En 40 minutos está aquí. De Kyiv a Minsk".

Lukashenko quiso dar después una dosis de realismo al entender en voz alta que esto no sucederá y lamentando que su colega norteamericano haya preferido viajar a Polonia durante la fecha en que se cumplirá un año del ataque ruso a Ucrania. "Polonia es la hiena de Europa y juega el papel más activo en la escalada de la guerra en Ucrania. Polonia hace más ruido incluso que Estados Unidos, así que los invito a Minsk. Les garantizamos seguridad total, protección y comodidad. Y, lo más importante, no se arrepentirá de esta visita", insistió el bielorruso.

El Kremlin daba también por hecho ayer que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no aceptará la oferta realizada por Bielorrusia para un cara a cara con Vladimir Putin, coincidiendo con el viaje del mandatario norteamericano a Polonia. "La Casa Blanca ha dicho que el presidente no está preparando ninguna otra parada además de Polonia, por lo que es improbable que Washington responda a esta iniciativa", declaraba durante la tarde de ayer el portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov.