Manila

MABUHAI: la palabra con la que se saluda y se desea felicidad en Filipinas

El presidente de Paz y Cooperación Joaquín Antuña, posando con el embajador de Filipinas en España don Carlos Salinas, (derecha) con atuendo típico de ese país.
El presidente de Paz y Cooperación Joaquín Antuña, posando con el embajador de Filipinas en España don Carlos Salinas, (derecha) con atuendo típico de ese país.larazon

Este prodigioso país del sudeste asiático celebra en estos días el 116 Aniversario de la Proclamación de la Independencia y el 12 Aniversario del Día de la Amistad Hispano-Filipina y el próximo 22 de junio realiza la ofrenda floral al héroe nacional José Rizal en la Avenida de Filipinas de Madrid y este mes filipino culmina en el Colegio Nuestra Señora de la Consolación con varias actividades escolares, todo esto, gracias al actual embajador de este país en España, don Carlos Salinas un magnate de las Academias Náuticas que está impulsando con vigor la presencia de su país en España.

Para quien no haya visitado Filipinas, deberían tener los españoles una asignatura pendiente, porque así, se darían cuenta que en este fabuloso archipiélago se habla de las tres invasiones, la colonización española, la dominación americana y la ocupación japonesa.

El tagalo que es la lengua oficial, más la lengua inglesa, entre ambas hay mas de tres mil palabras españolas de uso común y que a veces llevan el sambenito de que parecería ser un lenguaje exclusivamente doméstico.

Los americanos impulsaron la alfabetización universal. Hechas estas observaciones lingüísticas el español que visite este país de las siete mil islas, los doscientos cincuenta volcanes, de los tifones y de la fuerza sísmica se encontrará en un mundo de fábula si sale de esa gran urbe que es Manila y se sumerge en la naturaleza de los cocoteros, los mangos, las piñas, los arrozales y los majestuosos carabaos esos búfalo acuáticos que se mueven con bella cadencia en los muchos espejos de agua y lagos y selvas que se encontraron los conquistadores españoles cuando se asentaron en Cebú.

Este curioso visitante se sentirá embrujado por la extraordinaria religiosidad que se respira en Filipinas con la apoteosis de su Semana Santa. En Manila se rendirá homenaje a José Rizal el gran patriota hispano-filipino que intento estrechar los lazos de hermandad con España armonizándolo con el ansia por la libertad de su pueblo y que fue víctima de la incomprensión y seguirá con unción sus huellas hacia el martirio en un bello fuerte colonial.

El turista recorrerá las calles angostas del Intramuros donde moraban las autoridades coloniales y no dejará de mecerse en los recuerdos y vaivenes del Galeón de Manila y luego para reposarse de la visión del pasado se dirigirá a Makati el moderno distrito financiero y comprobará que este país hermano encierra pasado y futuro y que la amistad hispano-filipina no es solo retórica.

Finalmente abogará por ampliar las actividades del Instituto Cervantes en la difusión de lengua y cultura y en facilitar todo tipo de intercambios entre los emprendedores de ambos países y sin duda volverá a España con Filipinas en el corazón. Mabuhai Filipinas.