Política

Francia

Macron abre un debate político para aplacar a los «chalecos»

Las 35 preguntas se resumen en 4 ejes: fiscalidad, modelo de Estado, transición «eco» y democracia

Macron abre un debate político para aplacar a los «chalecos»
Macron abre un debate político para aplacar a los «chalecos»larazon

Las 35 preguntas se resumen en 4 ejes: fiscalidad, modelo de Estado, transición «eco» y democracia.

La carta abierta a los franceses con la que Emmanuel Macron intenta transformar la cólera en soluciones mediante un gran debate nacional y dar así un impulso a su quinquenio y, de paso, carpetazo a la crisis de los «chalecos amarillos» se ha convertido en blanco de duras críticas de toda la oposición en las últimas horas.

El envite de los «chalecos» intenta ser reconducido por el presidente galo, que llama a convertir la ira en propuestas. La idea: dos meses de debates locales de los que él mismo dará cuenta de sus resultados un mes después, en plena antesala de las cruciales elecciones europeas. En su carta, Macron llama a los ciudadanos a que haya «la mayor participación posible» en ese debate nacional, que aclara que «no será ni unas elecciones ni un referéndum». Una novedad sin precedentes en la historia de la V República que la oposición al unísono ha tachado de gran operación de comunicación para aplacar las movilizaciones de los dos últimos meses. La Carta de Macron intenta centrar ese gran debate sugiriendo cuatro grandes temas de debate nacional: fiscalidad y gasto público, organización del Estado, transición ecológica, democracia directa y ciudadanía. Macron propone 35 cuestiones para el debate estructuradas en esos cuatro ejes. ¿Hay que hacer el voto obligatorio?, ¿qué propone para mejorar la inmigración en nuestra nación?, ¿qué proposiciones concretas haría para acelerar nuestra transición medioambiental?, o ¿qué impuestos hace falta bajar como prioridad? son algunas de las preguntas que plantea el jefe de Estado francés.

Macron pone en liza para el debate la disminución del número de diputados, la reforma del Senado, la obligatoriedad del voto o la introducción de una dosis de proporcionalidad en el sistema electoral. Pero especialmente sensible es la cuestión de la inmigración. Macron plantea a los franceses si debe establecerse una cuota anual definida por el Parlamento.

Tras la publicación de la carta, la noche del domingo, los 67 millones de franceses pueden participar a través de las alcaldías, internet, y muy diversas instituciones, desde hoy y hasta el 15 de marzo próximo, cuando quedará «cerrado» el gran debate y será el turno de que el Elíseo estudie los resultados. Sin embargo, el presidente ya ha puesto ciertas «líneas rojas». Unos límites en los dice que no piensa transigir, en especial la supresión del impuesto sobre la fortuna, una decisión que tomó al principio de su mandato y que ha sido una de las más impopulares, y al mismo tiempo, una de las principales reivindicaciones de los «chalecos amarillos». Tampoco se reabrirá ninguno de los grandes debates sociales que quedaron solucionados en el pasado, como el aborto, la pena de muerte o el matrimonio homosexual.

Las críticas a esta inédita iniciativa política han sido especialmente feroces desde las trincheras de la ultra Reagrupación Nacional de Marine Le Pen, que encabeza todos los sondeos de cara a las elecciones de mayo con un 24% de votos, entre 4 y 5 puntos más que las perspectivas del movimiento de Macron.