Diplomacia

Macron abre una línea de crédito a Irán

Francia ofrece a Rohani 15.000 millones de dólares a cambio de que no enriquezca uranio.

El presidente iraní, Hasan Rohani, ayer junto a un grupo de diputados en Teherán
El presidente iraní, Hasan Rohani, ayer junto a un grupo de diputados en Teheránlarazon

Francia ofrece a Rohani 15.000 millones de dólares a cambio de que no enriquezca uranio.

Emmanuel Macron está dispuesto a salvar como sea el acuerdo nuclear con Irán como pieza fundamental de su política internacional para redibujar el papel de Francia como la gran potencia diplomática capaz de mediar entre antagónicos para desactivar sus crisis en el desordenado tablero mundial. Para ello, París ha puesto sobre la mesa una línea de crédito de unos 15.000 millones de dólares para Irán con la condición de que Teherán se comprometa a respetar el acuerdo nuclear de 2015. Un préstamo que estaría garantizado por los ingresos de petróleo iraní y que lleva siendo negociado mediante numerosas llamadas telefónicas durante las últimas semanas entre el presidente francés y su homólogo iraní, Hasan Rohani.

Pese a que París no ha dado pistas concretas sobre la línea de financiación, fuentes iraníes citadas por medios estadounidenses apuntan a que el monto sería transferido en tres cuotas separadas a partir de la retirada de las amenazas iraníes sobre el aumento de su actividad nuclear. Una propuesta de financiación que vendría respaldada por numerosos diplomáticos europeos, cita «The Wall Street Journal».

El presidente iraní, Hasan Rohani, señaló en sede parlamentaria que su país no tendría conversaciones bilaterales como EE UU y ha afirmado que la «única forma» de que las negociaciones sucedan es si Estados Unidos levanta todas sus sanciones contra Teherán. Irán habría ofrecido a la Unión Europea dos opciones para mantener vivo el acuerdo nuclear, ya que la UE sigue sin encontrar una manera de apoyar a la economía iraní en medio de las sanciones de Washington. Una de ellas sería una petición formal a Estados Unidos para que restablezca las exenciones de sanciones para los países que importan petróleo iraní. La otra es la de la línea de crédito que comienza a tomar cuerpo. Ambas opciones fueron tratadas en las conversaciones mantenidas durante las últimas semanas entre Rohani y Macron y acabaron de concretarse durante la visita sorpresa del ministro de Asuntos Exteriores iraní, Javad Zarif, a la reciente cumbre del G-7 en Biarritz hace diez días invitado por el mandatario galo. Un golpe de efecto que después Macron sintetizó en un titular a golpe de tuit: «El camino es difícil, pero vale la pena intentarlo».

No se sabe exactamente hasta qué punto Donald Trump dio su aprobación a toda la operación, como tampoco se sabe ahora si Washington estaba al tanto del ofrecimiento de esta línea de crédito con la que Francia además quiere posicionarse como la gran «potencia de equilibrio» que permita restablecer cierto orden y mediar entre potencias. Macron insistió durante el G-7 en que el objetivo de EE UU y sus socios era compartido: impedir que Irán se hiciese con la bomba nuclear y evitar una escalada bélica en la región.

Teherán empezó a enriquecer uranio por encima de los niveles acordados después de que Estados Unidos se retirara del pacto. Y de cara a este próximo viernes, había amenazado con dar un paso más en su desconexión progresiva de sus compromisos. El acuerdo de las potencias del Consejo de Seguridad de la ONU con Irán, más Alemania, aprobado en 2015, es motivo de discordia entre Estados Unidos y sus aliados desde la llegada de Trump a la Casa Blanca en 2017.