Análisis

"Macron encarna la «verticalidad del poder»"

El presidente Macron no consigue que la población respalde su reforma de las pensiones. El descontento aumenta, pues desde la pandemia, los franceses "no están dispuestos a anteponer su trabajo a su bienestar"

El presidente de Francia, Emmanuel Macron Peter Kneffel/Dpa (Foto de ARCHIVO) 17/02/2023 ONLY FOR USE IN SPAIN
Malí.- Macron recibe al periodista Olivier Dubois a su llegada a Francia tras dos años secuestrado en MalíDPA vía Europa PressEuropa Press

Arden las calles de París. El "decretazo" para aprobar la reforma de las pensiones y la entrevista del presidente Emmanuel Macron no han hecho nada más que caldear el ambiente en Francia. Ante la crisis en la que está sumido el país, preguntamos al experto Paul Smith al respecto. Para Smith, que es profesor de Historia y Politíca francesas en la Universidad de Nottingham, ya es imposible que Macron convenza a la opinión pública francesa de la necesidad de su reforma de las pensiones.

Miles de trabajadores franceses secundaron ayer la huelga y protestaron en contra de la reforma de las pensiones de Macron, ¿pueden estas manifestaciones crecer y volverse más violentas, similares a las del movimiento de los «chalecos amarillos»?

La de ayer fue una prueba de fuerza para los sindicatos en primera instancia, para ver qué tipo de números acuden a apoyar las huelgas. Les preocupará que las manifestaciones y las marchas se conviertan en actos violentos por parte de los agitadores, lo que a su vez podría desalentar el apoyo público, por lo que existe el peligro de que se produzca un movimiento similar al de los «chalecos amarillos», fuera del control de los sindicatos, lo que favorecería al Gobierno francés. Al mismo tiempo, no ayudaría realmente a la causa del Gobierno de Macron.

¿Qué puede hacer el presidente Emmanuel Macron para convencer a la población francesa de su reforma? ¿O estamos ya en un punto de no retorno?

Creo que es imposible, para ser honesto. Ni el presidente ni el Gobierno de Élisabeth Borne han sabido demostrar a la opinión pública que la reforma es necesaria y lo que significará para los individuos, no sólo para el público en general. En defensa del Gobierno, lo cierto es que el trabajo se hizo muy difícil porque la izquierda NUPES gritó muy fuerte y ciertamente hubo desinformación sobre lo que realmente significa la reforma. Sin embargo, Macron no ha asumido un mensaje muy fundamental que ha surgido desde la pandemia. La gente ya no está dispuesta a anteponer su trabajo a su bienestar.

¿Está en peligro su segundo mandato? ¿Podrá hacer más reformas como prometió?

Ha perdido la poca confianza que podía tener antes. Ayer, la ministra de Empleo hablaba de reformas para mejorar la formación y las condiciones de trabajo, y de debates con las partes interesadas... ¿pero por qué iban a escucharle, ya que está claro que el Gobierno no lo hace? Macron encarna la «verticalidad del poder», es decir, que el poder fluye desde arriba, y ha demostrado repetidamente, tanto desde 2022 como antes, que no tiene capacidad de diálogo con los cuerpos intermedios, ya sean sindicatos o gobiernos locales o cualquier otro órgano representativo.

¿Su primera ministra, Elisabeth Borne, podrá levantarse de este golpe? ¿Cuáles son las opciones?

Darmanin, el ministro del Interior, representaría un paso a la derecha. Tal vez eso suceda, pero no todavía. Y se ha hablado mucho de nuevas leyes sobre inmigración. Pero ayer Macron dijo que no hay otra mayoría posible en la Asamblea Nacional, lo que en mi opinión significa que descarta incorporar a la derecha de LR al Gobierno, o intentar persuadir a algunos de ellos para que se unan y formen una mayoría. De todos modos, no está claro que aceptaran. Como punto general, sin embargo, añadiría que el Consejo Constitucional podría dictaminar que algunos elementos del proyecto de ley son inconstitucionales, o la moción NUPES para un «referéndum de iniciativa compartida» podría despegar. La historia aún no ha llegado a su conclusión.