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Macron exhibe firmeza en Córcega

En su primera visita a la isla como presidente francés, advierte de que garantizará el respeto a la Justicia y rechaza la amnistía a los terroristas. Hoy se reúne con los nacionalistas, que reclaman el reconocimiento de la especificidad corsa.

Macron exhibe firmeza en Córcega
Macron exhibe firmeza en Córcegalarazon

En su primera visita a la isla como presidente francés, advierte de que garantizará el respeto a la Justicia y rechaza la amnistía a los terroristas. Hoy se reúne con los nacionalistas, que reclaman el reconocimiento de la especificidad corsa.

Emmanuel Macron ha elegido una fecha muy particular para realizar su primera visita a Córcega como presidente de la República: el veinte aniversario del asesinato del prefecto Claude Erignac. Un crimen que ha provocado «la deshonra a través de la cobardía, la sangre y la muerte» de los que defienden una identidad corsa, aseguró ayer el presidente francés. Macron inauguró la plaza Claude Erignac junto a la familia del prefecto asesinado, y observó un minuto de silencio en su memoria. Los nuevos dirigentes corsos esperaban esta visita del inquilino del Elíseo para comenzar a plantear sus reivindicaciones, pero Macron quiso marcar este encuentro con un homenaje previo al prefecto abatido por terroristas corsos. Y delante de Gilles Simeoni, hoy presidente del Ejecutivo regional corso, pero también en el pasado abogado del hombre que es considerado como el autor material del atentado, Yvan Colonna, afirmó que el asesinato de Erignac «no se justifica, no se defiende».

Unas palabras que provocaron una viva condena del Colegio de Abogados de Ajaccio a lo que « aparece como un atentado tan violento como infundado a los derechos de la defensa», según indicaron en un comunicado. Para los nacionalistas que reivindican, entre otras cosas, una amnistía de los responsables del asesinato de Erignac, Macron dejó claro en su primera intervención que «se debe hacer justicia», y que ésta debe realizarse «sin servilismos, sin olvido y sin amnistía». La visita presidencial de dos días está siendo seguida e interpretada paso a paso y gesto a gesto. A última hora de ayer se reunió con el dirigente nacionalista, Gilles Simeoni y el independentista, Jean Guy Talamoni, ampliamente elegidos en las últimas elecciones que han tenido lugar en diciembre en la isla y que hoy ocupan los cargos de jefe del Ejecutivo y presidente de la Asamblea corsa, respectivamente. Entre las principales reivindicaciones que plantearon al presidente de la V República están sus deseos de que el corso sea reconocido como lengua oficial junto al francés, que se reconozca la idiosincracia de Córcega en la Constitución, y que los llamados «prisioneros políticos», esto es, presos por actos de terrorismo sean llevados a la isla para que finalicen sus penas en las prisiones corsas. Concretamente, se trata de once personas relacionadas todas con delitos de terrorismo, cuatro de ellos todavía a la espera de juicio. Entre los principales detenidos se encuentra Charles Santoni, que cumple una condena de 28 años de prisión por el asesinato de un policía en 1996 durante un tiroteo. Y los tres hombres que formaban el «comando Erignac», Yvan Colonna (el autor material de los disparos), Pierre Alessandri y Alain Ferrandi. todos ellos fueron condenados a cadena perpetua.

Mientras, el Gobierno afirma que «los que han asesinado por la espalda al prefecto Erignac no son presos políticos, sino asesinos terroristas», como ha insistido recientemente el ministro de Relaciones con el Parlamento. Christophe Castaner. Por el contrario, para los nuevos dirigentes de Córcega son hombres que han actuado por fines políticos contra el Gobierno francés.

El ex primer ministro socialista Manuel Valls se ha implicado fuertemente en este tema. Se ha paseado por todos los medios de comunicación para manifestar su oposición al reconocimiento de una «especificidad» corsa en la Constitución, tal y como Macron había planteado durante la campaña electoral que le llevó a la presidencia del Elíseo hace un año. Si bien, desde que es el jefe del Estado no ha vuelto a hacer referencia a ello. Para el ex primer ministro galo, reconocer una cooficialidad a la lengua corsa junto al francés sería «el fin» de lo que es hoy la función pública francesa, y hay que saber decir «no» a los corsos «si no, eso no podrá detenerse jamás», afirmó Valls al diario «L’Opinion».

Por su parte, el presidente de la Asamblea corsa, Jean-Guy Talamoni, asegura que si Macron no escucha las reivindicaciones corsas, «eso será vivido como una humillación». No cuentan con aguar sus reivindicaciones, ni siquiera la de la amnistía para los presos, a pesar de que el presidente francés lo descartó claramente en su discurso. «No vamos a comenzar por el tema de la amnistía, que es sin duda problemático visto desde París», aseguró ayer, «pero por nuestra parte no vamos a renunciar a una petición que ha sido formulada por la Asamblea de Córcega y que ha sido validada por los electores». Porque éste será el eje de sus reivindicaciones, el apoyo masivo de los votantes en las pasadas elecciones.

Tras las palabras de firmeza de ayer, hoy se espera que Macron presente otra cara más abierta al diálogo con los independentistas. Por la tarde, pronunciará un discurso en Bastia en el que revelará sus intenciones sobre el futuro de Córcega en su proyecto de reforma de la Constitución gala.