
Diplomacia
Macron y Meloni coinciden en la necesidad de alcanzar "una solución justa y duradera" para Ucrania
El presidente francés y la primera ministra italiana se reúnen en Roma para limar asperezas tras meses de desacuerdos

Las relaciones entre Francia e Italia han sido tradicionalmente turbulentas, pero la guerra en Ucrania y la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha puesto en evidencia la profunda brecha existente entre París y Roma. No son aliados políticos naturales, pero la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el presidente francés, Emmanuel Macron, se reunieron este martes en Roma con el objetivo de “sentar las bases para un mayor fortalecimiento de las relaciones” entre la segunda y la tercera economía más grande de la Unión Europea.
Competitividad, defensa o la lucha contra la inmigración irregular fueron algunos de los temas tratados durante el primer encuentro bilateral oficial en Italia entre Macron y Meloni. Una reunión centrada en mejorar la coordinación entre ambos países ante el conflicto en Ucrania y los aranceles de Trump, que permita avanzar en la construcción de “una Europa más soberana, más fuerte y más próspera”.
En el comunicado emitido tras el encuentro, Francia e Italia coinciden en las necesidad de alcanzar "una solución justa y duradera" a la guerra de Ucrania. "Más de tres años después del inicio de la agresión rusa y tras las conversaciones entre Ucrania y Rusia en Estambul, el apoyo firme e inquebrantable de Francia e Italia a Ucrania es aún más necesario para alcanzar una solución justa y duradera, lo que presupone un ambicioso cambio de escala en la defensa europea, tanto en términos de inversiones como de apoyo a la base de defensa industrial y tecnológica europea", coinciden París y Roma.
El encuentro entre Meloni y Macron surgió por iniciativa de París. El presidente francés viajó expresamente a la capital italiana para reunirse con la líder italiana, en privado y sin comparecer después ante la prensa. Un hecho bastante extraordinario ya que la 'praxis' habitual habría sido al menos un breve encuentro con su homólogo italiano, Sergio Mattarella. Pero no se trataba de una visita de cortesía.
El objetivo de Macron es recabar apoyos para reforzar una futura 'Coalición de los Voluntarios' para Ucrania, según fuentes del Elíseo. El presidente francés aspira a involucrar a Meloni en la coalición que impulsa junto con Alemania, Reino Unido y Polonia, pero la líder del Ejecutivo italiano rechaza públicamente esta fórmula, mientras en privado lamenta el excesivo protagonismo del mandatario francés. “Es necesario abandonar los personalismos que corren el riesgo de minar la unidad de Occidente, fundamental para resolver el conflicto”, declaró recientemente la líder de Hermanos de Italia.
El viernes, la primera ministra italiana reconoció las diferencias, minimizándolas y negando cualquier problema personal con el presidente francés, pero en los últimos meses los desencuentros entre ambos han sido demasiado notorios para poder desmentirlos. Meloni estuvo a punto de no acudir a la primera reunión del grupo, que se celebró en febrero en París, y a la que llegó tarde para demostrar precisamente su oposición a esta iniciativa.
Más tarde, su ausencia en el viaje a Kiev del presidente francés, el primer ministro británico, Keir Starmer, el canciller alemán, Friedrich Merch, y el polaco Donald Tusk fue una nueva señal de disenso de Roma. Pero la exclusión de Meloni de la reunión celebrada en mayo en Tirana al margen de la cumbre de Albania, en la que los cuatro mandatarios europeos y el ucraniano Volodimir Zelenski mantuvieron una conversación telefónica conjunta con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acabaron por enrarecer aún más la relación entre París y Roma.
Ante las críticas en Italia, Meloni, que también acudió a la cumbre albanesa y presume de haber llevado a su país a ser socio preferente de la Casa Blanca en la Unión Europea, se justificó asegurando que no tenía sentido participar en una reunión en la que se discutiría el envío de tropas a territorio ucraniano. Unas declaraciones que desde el Elíseo desmintieron inmediatamente dejando entrever que la líder italiana no había sido invitada. “No hemos hablado de tropas, sino de un alto el fuego. Ya bastan las informaciones falsas de los rusos”, declaró el presidente francés.
Para Francia, Roma es “un socio importante” que debería también contribuir a ofrecer “garantías de seguridad para Ucrania” tras la firma de un hipotético futuro acuerdo de paz con Rusia, según el Elíseo. Unas garantías que podrían incluir la posibilidad de un despliegue de tropas en suelo ucraniano para garantizar el mantenimiento de la paz. Y es precisamente en este punto en el que los planes de París y Roma chocan frontalmente.
Meloni rechaza enviar soldados italianos a Ucrania, así como la posibilidad de implantar el artículo 5 de la OTAN en Ucrania, que implicaría la defensa automática del país en caso de una nueva agresión en el futuro, a pesar de que Kiev no es miembro de la Alianza Atlántica. La líder de Hermanos de Italia se niega a cualquier compromiso de Roma sin contar con la aprobación de Estados Unidos.
Además de Ucrania, Macron y Meloni abordaron la situación en Libia, el reto de la inmigración y la guerra en Gaza. París busca la sintonía de Roma en el conflicto de Oriente Medio, pero también aquí la distancia entre ambos países es profunda. Francia presidirá junto con Arabia Saudí una conferencia internacional en la ONU a mediados de junio para promover el reconocimiento cruzado de Israel y de Palestina, a fin de impulsar la solución de los dos Estados.
Macron afirmó recientemente que reconocer un Estado palestino “no es simplemente un deber moral, sino una exigencia política”, mientras que Italia no está a favor del reconocimiento unilateral de Palestina sin un acuerdo con Israel.
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