Francia

Édouard Philippe, el nuevo primer ministro de Macron, se define como «hombre de derechas»

El nuevo primer ministro es alcalde de la ciudad portuaria de Le Havre desde 2010, así como diputado por el partido conservador Los Republicanos, en el que se inscribe dentro del ala moderada de Juppé

Edouard Philippe, el nuevo primer ministro nombrado por Emmanuel Macron, saludo hoy tras su nombramiento.
Edouard Philippe, el nuevo primer ministro nombrado por Emmanuel Macron, saludo hoy tras su nombramiento.larazon

El presidente de Francia nombra como nuevo primer ministro a Édouard Philippe, hasta ahora diputado en la Asamblea Nacional por el partido conservador Los Republicanos y alcalde de la ciudad portuaria de Le Havre (norte)

Emmanuel Macron ha nombrado a su primer ministro siguiendo la lógica de lo que viene anunciando desde hace meses, la «lógica de la unión», una política «ni de derechas ni de izquierdas». Para pescar en el campo de Los Republicanos, ha elegido al diputado Edouard Philippe, alcalde de Havre y miembro del partido conservador. En la ceremonia de traspaso de poderes en el Hotel Matignon, el último primer ministro de François Hollande y el primero de Emmanuel Macron se intercambiaron ayer palabras de respeto mutuo: Bernard Cazeneuve recordó la «relación personal de amistad» que les une gracias a sus orígenes normandos, y citó a Alexis de Tocqueville que decía «que los normandos son violentamente moderados, es decir, que están impregnados del espíritu de sabiduría». Pero ambos quisieron reafirmar su pertenencia a ámbitos diferentes del espectro político. «Usted es un hombre de izquierdas, y yo soy un hombre de derechas», le recordó Philippe a Cazeneuve, una diferencia que se hará más presente los próximos días porque el primero deberá liderar la batalla de las legislativas en nombre de En Marcha, mientras que el segundo lo hará en nombre del Partido Socialista.

Edouard Philippe militó en las juventudes socialistas, pero ha desarrollado toda su carrera política a la sombra de personalidades clave de la derecha francesa, como es el alcalde de Burdeos, Alain Juppé. Cuando éste tuvo conocimiento oficial de la noticia de su nombramiento, ya tenía una respuesta preparada. «Edouard Philippe es un amigo, un hombre de gran talento, un diputado que conoce perfectamente los mecanismos de la actividad parlamentaria. Creo que tiene todas las cualidades para asumir la función difícil que el presidente de la República acaba de confiarle», aseguró Juppé. Sin embargo, el antiguo candidato a las primarias de Los Republicanos recordó a su ex portavoz que ahora comienza una nueva etapa de la vida política con la preparación de las elecciones legislativas. «Durante esta campaña», declaró Juppé, «yo apoyaré a los candidatos investidos por Los Republicanos y el centro (UDI)».

Si la derecha y el centro ganan las legislativas, el flamante nuevo primer ministro dejará de serlo, pero si no logran imponer a Emmanuel Macron una cohabitación, en ese caso Juppé está dispuesto a colaborar con su Gobierno: «El país no comprendería que lleváramos a cabo una oposición sistemática», concluyó.

Los Republicanos también se habían preparado para el anuncio e insistieron en minimizar la decisión de Edoaurd Philippe de «defender el proyecto del candidato de En Marcha que ha estado combatiendo». Para ellos se trata de «una decisión individual» y en ningún caso de «una coalición gubernamental». Algunos sacaron a relucir sus declaraciones de hace unos pocos meses sobre el actual presidente de la República. «Emmanuel Macron no asume nada pero promete todo, con la fuga de un conquistador juvenil y el cinismo de un perro viejo», declaró Phillipe en enero.

«Tradicionalmente, el primer ministro es el jefe del partido del presidente. Philippe debe aclarar si apoya a los candidatos del partido del presidente (Macron) o a los nuestros», declaró el secretario general de Los Republicanos, Bernard Accoyer, quien exigió que se aclare la línea del Ejecutivo antes de las legislativas del 11 y el 18 de junio próximo.

Pero los dirigentes de la formación no pueden ocultar la inquietud que despierta esta primera deserción, que podía ser seguida por otras desde hoy mismo con el anuncio del nuevo ejecutivo. Una veintena de diputados de la derecha y el centro pidieron ayer a sus familias respectivas que respondan «a la mano tendida por el presidente de la República». Para ellos, el nombramiento de Edouard Philippe es «un acto político de alcance considerable», ante el que piden no cerrar los ojos y se dé una respuesta «a la altura de la situación de nuestro país y de lo que esperan los franceses». Entre los firmantes se encuentra Nathalie Kosciusko-Morizet, antigua candidata a las primarias de Los Republicanos (presente el domingo en el Elíseo en la toma de posesión de Emmanuel Macron como presidente de la República) y una veintena de diputados del entorno de Alain Juppé, y de Bruno Le Maire, que ya se ha mostrado disponible para trabajar con Macron.

Para el Frente Nacional, el nombramiento de Edouard Philippe es la consumación de la unión que ellos siempre han denunciado entre la derecha y la izquierda. Según Marine Le Pen, el nuevo Ejecutivo será «en cierta forma la síntesis perfecta de los dos quinquenios precedentes» bajo las presidencias de François Hollande y Nicolas Sarkozy. El izquierdista Jean-Luc Mélenchon consideró que con ese nombramiento «Macron se apropia de la derecha moderada, como hizo anteriormente con los socialistas».