Maduro, conexión La Habana

El vicepresidente venezolano, Nicolas Maduro, viajó ayer a La Habana para visitar al presidente Hugo Chávez e inaugurar de este modo el cuarto mandato virtual del dirigente bolivariano, que se encuentra ingresado en el centro Cimeq de La Habana desde hace más de un mes. Horas antes, el ministro de Información, Ernesto Villegas, había asegurado en una entrevista televisiva que el presidente venezolano se encuentra «consciente y comunicativo». Maduro dijo que iba a trasladarle las «buenas nuevas», en referencia al aval del Tribunal Supremo a la continuidad del Gobierno bolivariano. El viaje de Maduro a La Habana el día después de la fecha en la que Chávez debería haber tomado posesión confirma que el futuro de Venezuela se dibuja desde La Habana. Una denuncia reiterada desde la oposición, que se encuentra cercada y atada de manos. Con el Tribunal Superior y la Asamblea Nacional en manos chavistas, el Gobierno les ha arrinconado e incluso amenazado. La única salida que les queda, pese a las diferencias, es permanecer unidos.

Más de seis millones y medio de personas votaron por una opción distinta a Chávez en octubre. Representan el 44% de un país que, ante el inesperado cambio de circunstancias producido por el agravamiento de la enfermedad del presidente, no termina de articular esa fuerza. Las redes sociales muestran el dilema al que se enfrentan estos días los opositores: mientras algunos se quejan de la inacción y llaman a tomar la calle; otros piden calma, cordura... y paciencia.

La oposición no supo calibrar en un primer momento la gravedad de los cambios que se venían encima. Sin embargo y tras la retorcida interpretación de la Constitución que llevó al poder al vicepresidente, Nicolás Maduro, la Mesa de la Unidad Democrática ha optado por aunar fuerzas. Podría ser que el permiso indefinido otorgado a Chávez para su recuperación represente una oportunidad de lograr un cambio para esos seis millones y medio de votantes. Es la hora de mover bien las fichas. La MUD ha convocado para el próximo 23 enero una marcha de protesta que esperan que sea masiva. Su líder Henrique Capriles, llamado a ocupar el puesto de una eventual candidatura presidencial, fue quien dio la cara. La moderación de Capriles incluyó aceptar a regañadientes el permiso indefinido otorgado a Chávez, algo que irrita a quienes ven en ello un acto de tibieza. El analista Ángel Álvarez asegura que, al margen de si es una estrategia correcta o no, es la que ha aceptado un sector más amplio de los opositores con la idea de «ganar terreno poco a poco».

Desfile de mandatarios

La presidenta Argentina, Cristina Kirchner, aterrizó a las 7:00 horas de ayer en La Habana para visitar a su homólogo venezolano, Hugo Chávez. También se encuentra de visita oficial en la isla el presidente de Perú, Ollanta Humala. Al cierre de esta edición no estaba claro que pudieran visitar a Chávez en la clínica. Kirchner sí se iba a reunir con su familia.