El Futuro de Venezuela

Maduro alimenta el caos con su nueva moneda

En una sorprendente aparición televisada, el presidente venezolano aplaza la reforma monetaria al 20 de agosto por falta de billetes y anuncia medidas de impulso económico.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro (c), acompañado de su mujer, la primera dama Cilia Flores (d), durante una reunión con ministros / Efe
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro (c), acompañado de su mujer, la primera dama Cilia Flores (d), durante una reunión con ministros / Efelarazon

En una sorprendente aparición televisada, el presidente venezolano aplaza la reforma monetaria al 20 de agosto por falta de billetes y anuncia medidas de impulso económico.

«Anuncio que la reconversión económica, monetaria, va a arrancar el próximo 20 de agosto de manera definitiva con la emisión y circulación del nuevo bolívar soberano». Con esas palabras, Nicolás Maduro hizo público que la nueva moneda venezolana tendrá cinco ceros menos que la actual. La noticia le cambió la cara a toda una nación que desde el pasado 4 de junio ha venido adaptándose al «bolívar soberano» que se había anunciado con tres ceros menos que el bolívar actualmente en circulación.

«Es todo muy confuso, porque uno viene con esta moneda desde hace diez años, luego anuncian otra hace dos meses y ahora la cambian de nuevo. Uno se pierde con las cuentas», dice Luis Magallanes, un técnico de conexiones eléctricas. «El simple hecho de quitarle los ceros fuera de los puntos que marcan los miles ya es problemático para cualquiera», suma Alberto Gómez, un comerciante caraqueño. Y eso sin tomar en cuenta la hiperinflación promedio, del 3% diario.

La economista Tamara Herrera afirma que «el Ejecutivo quiere hacer una reconversión sin contar con una verdadera política monetaria ni una política fiscal que acabe con el problema de fondo, que es la inflación». Según sus cálculos, «el billete de mayor denominación que saldrá, el de 500 bolívares soberanos, en diciembre solo representará siete bolívares» porque se depreciará aceleradamente. Su colega Alejandro Grisanti, director de la firma Ecoanalítica, sospecha que la reconversión sufrirá una nueva prórroga pues no hay suficientes billetes para soportar la demanda.

Cuando se anunció que el bolívar soberano restaría tres ceros a la moneda actual, se dijo que el actual cono monetario mantendría su vigencia en paralelo al nuevo. Ahora Maduro ha dicho que las actuales «se les quemarán en las manos» a quienes trafican con ellas. Pero la medida también hará que ardan en las de quienes lo usan en el día a día.

El ingreso mínimo en Venezuela tiene dos componentes: salario y bono de alimentación. En total, un trabajador gana un mínimo de cinco millones de bolívares (1,16 euros al cambio paralelo), que ahora pasarán a ser 50 bolívares soberanos.

En Venezuela rige un control de cambio que ubica la tasa oficial del euro en 168.000 bolívares, pero la economía se rige por el mercado paralelo. Ayer estaba en 4,3 millones de bolívares por euro. Maduro adelantó que la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), no reconocida por numerosos gobiernos, revisará una nueva ley en materia cambiaria para permitir el «libre flujo» de inversiones en el país.

La reducción de ceros en el salario percibido sería algo anecdótico y matemático, como lo fue hace diez años cuando Hugo Chávez ordenó quitarle otros tres ceros al bolívar anterior, si no fuera por la hiperinflación. Los salarios se quedan fríos ante los precios de los productos.

La canasta básica familiar del pasado mes de junio se ubicó, de acuerdo a la medición que hace desde hace varias décadas el Centro de Documentación y Análisis de los Trabajadores, en 654 millones de bolívares (152 euros, al cambio paralelo). Es decir, se necesitaron 7,3 salarios mínimos diarios para soportarla. Provea, una organización de derechos humanos, ha calificado el anuncio de Maduro como un «paquetazo», pues se espera que los precios de los servicios públicos aumenten de golpe en abultadísimos porcentajes. Se refieren a las tarifas eléctricas, de agua y gas, además del transporte público. El indicador más relevante será el de la gasolina, que en Venezuela es la más barata del mundo. Actualmente un litro de 91 octanos cuesta unbolívar. De 95 octanos aumenta a seis. A partir del 20 de agosto, si no varía su precio, quedarían a 0,00001 y 0,00006 bolívares soberanos, respectivamente. El gobierno planea, según el integrante de la asamblea constituyente David Paravisini, elevar el precio del combustible a 0,5 bolívares soberanos (la moneda de menor denominación a partir del 20 de agosto), equivalente a 50.000 bolívares actuales. Un aumento del 5.000.000 por ciento.

Maduro indicó que el nuevo régimen monetario «va a tener la modalidad de anclaje al petro, la criptomoneda venezolana» lanzada por su Gobierno, cuyo precio se determina de acuerdo al valor de la cesta petrolera venezolana», aunque no dio mayores explicaciones al respecto. regido por el .control estatal de las divisas. Anunció además la entrega al Banco Central (BCV) de una importante reserva petrolera «consistente en 29.298 millones de barriles petroleros certificados para entregárselos como parte del respaldo de la emisión de activos financieros y como parte de sus reservas».