Manifestantes reclaman en Guatemala respeto al resultado electoral

Cientos de manifestantes universitarios protestaron este fin de semana en el centro de la ciudad de Guatemala para exigir que se respeten los resultados de las elecciones del 25 de junio, cuyos resultados oficiales no se han publicado aún por la intervención de las autoridades judiciales. Los manifestantes, en su mayoría estudiantes universitarios, concluyeron su marcha frente a la sede del Tribunal Supremo Electoral (TSE) para reprochar que esta judicialización del proceso busca «dudar del pueblo que ya fue a las urnas a elegir a sus futuros gobernantes», según recoge el diario guatemalteco «Prensa Libre».

El anuncio del TSE puso en duda que el candidato independiente Bernardo Arévalo llegue a la segunda vuelta de agosto tras lograr su sorpresivo segundo lugar con un 12% de votos. El aspirante del Movimiento Semilla, de tendencia progresista y que las encuestas ubicaban en octavo lugar, obtuvo el segundo puesto por detrás de la ex primera dama Sandra Torres, de tendencia conservadora y en su tercer intento electoral, que agrupó 17% de los votos.

Hace una semana, el máximo tribunal ordenó repetir el escrutinio de las actas, lo que elevó las alarmas sociales de que se pretenda determinar que frente a Torres no sería Arévalo el rival. Este viernes, las Juntas Electorales Departamentales (JED) concluyeron con las audiencias de revisión, reafirmando los resultados preliminares de la primera vuelta. Es el primer paso para que los resultados sean ratificados, amén de aportar respuestas a acciones de amparo que se han intentado por parte de varios grupos ante el Ministerio Publico (MP).

La Corte de Constitucionalidad (CC) ordenó que se repitieran las audiencias de revisión y el cotejo de actas, debido a que nueve partidos liderados por el oficialista Vamos planteó dudas del trabajo de las Junta Receptora de Votos (JRV). Junto a eso, también ocho partidos, otra vez liderados por Vamos, accionó ante el MP con una denuncia que fue asignada a la Fiscalía de Delitos Electorales.

Ahora, con el trabajo concluido por parte de las JED y la nueva revisión de actas, corresponde al TSE informar a la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que se cumplió con la orden del amparo provisional, después de que la CC ordenará que fuera este organismo el que conociera el amparo definitivo.

«¡Vamos a defender la democracia! Vamos a hacerlo codo a codo con el pueblo de Guatemala que no se va a dejar estafar», dijo Arévalo, que llamó a vigilar los nuevos recuentos. Entretanto, el debate se centra contra él, particularmente desde los grupos conservadores que respaldan a Torres.

La ex primera dama comenzó su carrera política como socialdemócrata, pero ha encontrado en las tendencias más derechistas una mayor base de apoyo electoral. Especialmente en un país donde la izquierda no ha gobernado nunca. Para evitar que ello cambie, Arevalo ha comenzado a ser señalado como comunista, estatizador y un discípulo de las políticas económicas y posturas ideológicas del chavismo venezolano. Al debate se han sumado las iglesias evangélicas, de gran influencia en Guatemala.

Las tensiones también incluyen los temores a que el resultado de la primera vuelta sea anulado, en un país donde el voto se ha perdido como instrumento de cambio. En la primera vuelta, la opción más votada fue el voto en blanco. Distintos analistas prevén que buena parte de ese descontento se decantaría hacia la candidatura del Movimiento Semilla dando la oportunidad a Arevalo de alzarse con la presidencia.

El analista Gersón Ortiz cree que el crecimiento electoral de Semilla «despertó al monstruo corrupto y los hizo acudir a una Corte cooptada y sin legitimidad». El también periodista de «La Silla Vacía» recuerda que los distintos movimientos políticos, algunos con casos de corrupción denunciados entre sus filas, iniciaron un ataque en cascada mediante denuncias electorales ante la Fiscalía, «una entidad al servicio de los intereses oficialistas». A su juicio, «de un frágil hilo pende la democracia en Guatemala».

Además, la extensión de la resolución de la CC abarca la suspensión de la campaña para la segunda vuelta y deja sin adjudicación más 4.300 cargos de diputados al Congreso y a otros cargos de elección popular. «Esto resta certidumbre al proceso electoral y le otorga campo de maniobra a la alianza corrupta para mover a sus peones y que pongan en marcha el discurso de odio, la desinformación y la criminalización de las Juntas Electorales, actores clave en el proceso electoral», dice Ortiz.

En las próximos días se espera que se decida si se ratificar los resultados de la primera vuelta y se permite continuar el proceso, o bien, se admiten alguno de los recursos interpuestos y finalmente la elección naufrague.