Cooperación

Marruecos-España: una fuerte relación estratégica

Las relaciones de Rabat y Madrid son muy profundas

Marruecos-España: una fuerte relación estratégica
Pedro Sánchez saluda al rey de MarruecosMapMap

La visita del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, a Marruecos es un hito diplomático de extremada importancia. Durante esta visita fue recibido por Su Majestad el Rey Mohammed VI.

Fue una oportunidad más para él de reiterar la posición expresada en abril de 2022 sobre la cuestión del Sáhara, considerando que la autonomía de esta región bajo la soberanía marroquí es la base más seria para la convivencia. Al adoptar una posición clara sobre el asunto del Sáhara, Sánchez ha hecho justicia a la historia y ha actuado al servicio de la estabilidad regional.

Pero también celebró el interés de Madrid por las iniciativas estratégicas del Rey de Marruecos en torno a una alianza de países africanos ribereños del Atlántico y al proyecto del gasoducto Nigeria-Marruecos.

El presidente Sánchez también recordó que la organización conjunta del Mundial de 2030 con Portugal constituye una posibilidad real para el desarrollo de las relaciones entre las dos orillas del Mediterráneo.

De hecho, las relaciones de Madrid son muy profundas. Existen evidentemente vínculos históricos y culturales, heredados de siglos de historia compartida, a veces trágica, pero que no ha dejado resentimientos. Pero las relaciones hoy son una cuestión de razón y no de memoria.

Son estratégicos porque los dos países están condenados a ellos por su proximidad geográfica. En el frente de la seguridad, la cooperación se encuentra en su mejor momento desde hace mucho tiempo. Ya sea en materia de tráfico de seres humanos, drogas o terrorismo, Marruecos mantiene sus compromisos, incluso cuando las relaciones entre los dos países estaban en crisis.

Son las autoridades españolas quienes lo confirman. La notable cooperación entre Rabat y Madrid en la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico no tiene equivalente en términos de calidad de la información y de perfecta confianza entre los dos países y sus respectivos servicios de seguridad.

El eje Rabat-Madrid sigue siendo el eje estructurador de las relaciones entre el Norte y el Sur del Mediterráneo. Este eje es esencial en este momento convulso en el que los polos de estabilidad se están derrumbando uno tras otro, y donde incluso el Estrecho de Gibraltar, esencial para el comercio entre las dos orillas del Mare Nostrum, están amenazados por representantes iraníes aliados con el Polisario.

Y la amenaza fue claramente hecha por uno de los altos oficiales militares iraníes: “pronto tendrán que esperar el cierre del mar Mediterráneo, Gibraltar y otras vías navegables contra ellos”, dijo Mohamed Reza Naqdi, alto oficial del Consejo de la Revolución Iraní.

En el plano económico, los dos países han realizado un gigantesco esfuerzo de modernización. Hemos pasado de dos economías comparables y, por tanto, rivales, a una cooperación que convierte hoy a España en el primer socio comercial de Marruecos, en competencia con Francia.

Sin embargo, ambos países ven más allá. Si Sánchez saludó las iniciativas reales es porque está demostrado que Marruecos, desde 2008 y tras el discurso del rey Mohammed VI en Abiyán, se ha convertido en el líder indiscutible en África en materia de codesarrollo.

Además de su situación geográfica, es una posición clave que interesa a todos aquellos que quieran tener intereses en el continente negro, y el que tiene mayor potencial de crecimiento es España.

Esta relación estratégica se profundizará porque redunda en el interés de ambos países.

Ahmed Charai, presidente de Global Holding en Marruecos