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Más de medio millón de personas reclaman una democracia real en Hong Kong

Más de medio millón de personas han tomado las calles de Hong Kong este martes para pedir una democracia mejor, en la que sería la mayor manifestación desde que la ciudad fuera devuelta a China en 1997, según la organización del evento, mientras que la Policía ha situado la cifra en 98.600 personas, según los medios locales.

Johnson Yeung, del Frente Civil de Derechos Humanos, uno de los organizadores de la marcha, ha declarado que los activistas volverán a tomar la calles en caso de que China no responda a las demandas de los ciudadanos de Hong Kong de unas elecciones limpias y directas en 2017 .

Los manifestantes han pedido que el líder de la ciudad sea despedido, en lo que podría volverse el mayor y más apasionado reto para el Partido Comunista Chino que lleva en el poder más de una década.

El gobernador de Hong Kong, Leung Chun-Ying, ha dicho que su gobierno hará su todo lo posible para avanzar hacia el sufragio universal y ha destacado la necesidad de estabilidad después de que cerca de 800.000 personas votasen a favor de una democracia total en un referéndum no oficial, celebrado la semana pasada a través de Internet.

Los ánimos se encendieron en medio del calor de Hong Kong, la humedad intensa y las fuertes lluvias, mientras miles se encontraron atrapados cerca del comienzo de la marcha en el centro comercial de Causeway Bay, incluso la cabeza de la marcha ha alcanzado el distrito de negocios central.

Elaine Ng, de 26 años, una administradora de teatro, que ha abandonado la marcha después de pasar horas para avanzar apenas unos cientos de metros a través de la multitud en Causeway Bay, ha declarado que "Hong Kong está cambiando... El Gobierno no está trabajando por la gente de Hong Kong", ha dicho, "está trabajando para China".

Activistas de la Liga de los Social Demócratas han quemado un retrato de Leung y una copia del "libro blanco"lanzado por Pekín el pasado mes que reafirmaba su autoridad sobre la antigua colonia británica.

Última oportunidad

"Esta podría ser la última oportunidad para hacer oír nuestras voces", ha dicho Lam Sui Pan, un voluntario de los derechos humanos, al finalizar la marcha. Un veterano de las últimas cinco protestas, ha dicho que nunca había visto una concurrencia mayor. "Esto demuestra nuestra determinación por la democracia total".

Las autoridades han reforzado las medidas de seguridad después de que el referéndum remarcara la profunda división en la ciudad de más de siete millones de personas. Fotografías aéreas han mostrado las arterias principales de la ciudad llenas de manifestantes.

Las calles estaban cortadas alrededor del Parque Victoria, un pequeño y verde oasis nombrado como la exreina británica, desde donde ha comenzado la marcha y del que continuaba saliendo gente mientras los primeros manifestantes llegaban a Central después de cuatro horas andando.

Anson Chan, exfuncionaria superior de Hong Kong y un partidaria clave del referéndum no oficial, ha dicho que el voto fue claro y que "ellos (los votantes) no son engañados por las recientes sugerencias de que debemos aceptar cualquier cosa que nos sea dada con la esperanza de que vendrá más, más tarde", ha dicho, "esto es sólo basura".

"Pienso que a la vista del voto de casi 800.000 personas en favor de la democracia, de la democracia real, no del tipo de democracia que Pekín está sugiriendo, éste va a ser uno de los momentos más decisivos en la historia del movimiento democrático en Hong Kong", ha declarado el abogado Sean Leonard, del bloque de pensamiento KHU Instituto Internacional de Leyes Financieras.

Proceso abierto

Las autoridades chinas están dispuestas a asegurar que sólo se podrá elegir entre candidatos que sean pro-Pekin. Los activistas pro-democracia, por su parte, quieren que el proceso sea abierto a todo el mundo, pidiendo una democracia mejor para la elección del gobernador de la ciudad en 2017.

Hong Kong volvió a China con una autonomía de largo alcance, bajo la fórmula de "un país, dos sistemas", permitiendo que este tipo de protestas tengan lugar. Pero China se eriza ante la disidencia abierta, especialmente respecto a políticas sensibles como la demanda del sufragio universal y la vigilia anual en memoria de la represión sobre los manifestantes pro-democráticos en Pekín en 1989.

El vicepresidente chino, Li Yuanchao, ha instado a un grupo de jóvenes de Hong Kong este martes a asegurarse de que la gente joven defiende el sistema de "un país, dos sistemas", y a "que transmitan la fina tradición del patriotismo y de seguir amando a Hong Kong", según ha informado la agencia oficial de noticias Xinhua.

La Oficina de Enlace de Pekín en Hong Kong ha ido más allá y su director ha declarado que están "firmemente en contra de las actividades radicales e ilegales llevadas a cabo por algunas personas, porque todos tenemos la responsabilidad de defender la línea de fondo de la ley que la gente de Hong Kong quiere".

"El Gobierno central respalda el sufragio universal en Hong Kong, y su sinceridad y determinación son inquebrantables. Este tipo de sinceridad y determinación no tiene ningún cambio o movimiento a causa del referéndum o la escala de la marcha"ha añadido.

«No quieren a Hong kong»

Un gran pancarta en un vehículo en el parque Victoria decía: "Guardia de la autonomía de la gente de Hong Kong", "sin miedo a las amenazas del Partido Comunista Chino", entre otras consignas, llamando a dimitir a Leung.

Otra pancarta atada a una verja en el parque decía: "El Partido Comunista, con una elecciones generales falsas en Hong Kong no quiere al país, no quiere a Hong Kong", mientras otro se burlaba del libro blanco, que dice que amar a China es un requerimiento básico para los administradores de la ciudad. Otros grupos portaban camisetas llamando a unas elecciones reales.

Muchos grupos, incluida la Federación de Estudiantes de Hong Kong, han indicado que harán vigilias nocturnas después de la marcha en un posible preludio de una campaña planificada para apagar el distrito financiero de la ciudad.

Hablando en el izamiento de bandera para marcar el 17 aniversario del retorno de Hong Kong a China, el gobernador Leung ha asegurado que el Gobierno estaba haciendo todo lo posible.

"El gobierno y yo haremos todo lo posible para forjar un consenso en la comunidad y trabajaremos juntos para lograr el objetivo, implementando el sufragio universal para la elección del jefe del Ejecutivo en la fecha prevista y acorde a la ley", ha dicho Leung en el Golden Bauhinia Square, donde tuvieron lugar las ceremonias para la entrega de Hong Kong en 1997.

Muchos de los habitantes de Hong Kong piensan que está creciendo el papel que Pekín está jugando en la vida política y civil de la ciudad desde la entrega de la misma.

El grupo que está detrás del referéndum no oficial, Occupy Central with Love and Peace, ha amenazado con bloquear central, donde tienen su sede algunas de las mayores compañías y bancos de Asia, como parte de su campaña. Sin embargo, se ha descartado la adopción de medidas para bloquear el centro este martes, ya que "no sería el momento adecuado".